Violento desalojo de indígenas yukpa tras 40 días de toma en la Villa del Rosario (Fotos)
Cuarenta días permanecieron los indígenas yukpa en una especie de protesta constante, en las inmediaciones de la alcabala de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Destacamento 114, en Villa del Rosario, vía a Perijá. Pero este miércoles por la tarde se registró un violento desalojo, con la quema de al menos dos unidades automotoras, carpas, ranchos y otras pertenencias de los aborígenes.
La información sobre el desalojo del grupo étnico que estaba prácticamente instalado en las adyacencias del punto de control de la GNB, desde el pasado 6 de abril, la confirmó el defensor de los indígenas, Lusbi Portillo, quien coordina la organización Sociedad Homo et Natura.
Dos funcionarios, un guardia nacional de apellido Urdaneta, y un oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), de apellido Fermín, recibieron órdenes de expulsar a como diera lugar a los yukpa de las cercanías del puesto militar de atención al ciudadano, añadió el defensor de las comunidades autóctonas.
Guardias y policías, con gasolina, quemaron los vehículos de Samuel 350 y el carro Malibú de Sabinito, toda la artesanía, las carpas, sus ropas y demás enseres. Quedaron en la calle con las manos en las cabezas», añadió Portillo.
Afirmó que estos oficiales «usaron vehículos antimotines, dispararon armas largas con balas, perdigones, bombas lagrimógenas, piedras y palos. Un exterminio étnico total».
«Camuflaje» frustrado
La nutrida representación yukpa pretendía viajar hasta Caracas, prácticamente «camuflada», en unidades autobuseras que presuntamente suministraron dirigentes del partido Organización Renovadora Auténtica (ORA). Sin embargo, el mismo martes 14 de mayo, día que los étnicos harían la travesía a la capital para vender su artesanía, las autoridades descubieron a estos ciudadanos que hacen vida en la Sierra de Perijá, e impidieron la circulación de esas unidades.
Esta mañana, la vía a Perijá amaneció con múltiples carpas atravesadas, impidiendo el paso automotor, situación que llegó a afectar a muchas personas que pretendían ir hasta Maracaibo, como el caso de una mujer enferma del corazón, que al parecer iría al médico a atender su dolencia.
Las horas en la tediosa e incómoda cola transcurrieron sin que hubiera humo blanco. Fue cuando se produjo el escenario de violencia.
La dantesca escena la «protagonizaron» un Malibú de color azul y un camión, que eran arropados por el fuego, ante la mirada atónita de quienes finalmente lograron circular por la Troncal 6, desde Perijá hasta Maracaibo y viceversa.