Cardenales blanqueó al Magallanes

Keyvius Sampson necesitaba sacudirse su peor presentación en la LVBP y a Cardenales de Lara le urgía que fuese el viernes, no después. Era el momento. Y la sinergia perfecta ocurrió.

El derecho no sólo se sobrepuso del varapalo que recibió el sábado pasado, frente a Magallanes, sino también tomó una brillante revancha personal, al lanzar 6.0 entradas en blanco, de apenas tres hits, con cinco ponches y sin boletos, en el Estadio Antonio Herrera de Gutiérrez de Barquisimeto, ante Navegantes.

Esa actuación de Sampson (1-1), que pudiera considerarse la mejor de las 10 que acumula en rondas eliminatorias en el circuito, marcó el camino al triunfo de los pájaros rojos 5-0, para cortar una racha de cinco derrotas, que había encendido alguna alarma en el nido.

“En la apertura anterior me sentía un poco enfermo. Quizá eso pudo haber influido para que me fuera mal”, dijo el lanzador estadounidense a la transmisión de Venevisión tras el juego, refiriéndose a su pasada labor, en la que admitió cinco carreras limpias y dos jonrones, cuando nunca había recibido ni siquiera un vuelacerca en campaña regular. “Esta vez fui agresivo ante los bateadores. Me enfoqué principalmente en trabajar mi recta de cuatro costuras y combinarlo con el slider”.

El trabajo de Sampson sobre la loma fue complementado por los también diestros Geoff Broussard y Brian McKenna, además del zurdo Edwin Escobar, quienes lanzaron un capítulo cada uno para terminar el blanqueo. Sólo un boleto de Escobar en el noveno evitó que la labor del bullpen fuese inmaculada, pero de cualquier forma, la victoria tenía el mismo valor.

Cardenales, que hasta el jueves sólo había disparado cuatro cuadrangulares en sus los primeros 10 encuentros de la campaña, ha dado un giro de tuerca en las recientes dos noches, con cuatro estacazos de vuelta entera, incluido un par de Hendrik Clementina, en jornadas consecutivas.

El designado sacudió un bombazo de dos carreras por todo el jardín central del parque larense, frente a Cristofer Ogando, el abridor del Buque, para bautizar la pizarra en el segundo episodio.

Ogando (0-1) cargó con la derrota, pese a que no deslució en 5.0 capítulos, en los que recetó a cuatro rivales, toleró cinco imparables y tres rayas libres de suciedad, la última de ellas dejada en herencia a Ángel Acevedo.

Rangel Ravelo, con su primer doble de la zafra, fue el encargado de llevar al plato a Jermaine Palacios, el corredor que dejó en las bases el lanzador quisqueyano. Y en ese mismo tramo, el debutante Juniel Querecuto elevó de sacrificio para el 4-0 momentáneo, tras una zambullida de Peter O´Brien en el jardín derecho.

Las cifras definitivas del compromiso corrieron por cuenta de Pedro Castellanos, quien con otro fly de sacrificio a la derecha empujó a Gorkys Hernández, ya con Stevie Ledesma sobre el montículo./LVBP

Información de Cactus24