Venezuela denunció “invasión y vandalización” de su embajada en Oslo, Noruega

El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, denunció este miércoles la “invasión y vandalización” de la Embajada de Venezuela en Oslo, Noruega.

El día de hoy nuestra sede diplomática en Oslo, Noruega, fue invadida y vandalizada por elementos fascistas que se encargaron de dejar claro a qué intereses responden”, escribió en su cuenta de Telegram.

El canciller recordó que la “responsabilidad de garantizar la inviolabilidad de las sedes diplomáticas recae en el Estado receptor”, y urgió a las autoridades noruegas a “identificar y llevar ante la justicia” a los responsables de este “ataque”.

Gil enfatizó que tanto el país como la comunidad internacional están tomando nota de las acciones de estos grupos que actúan en “contra de los intereses del pueblo venezolano”.

Otros ataques

Este presunto ataque se suma a otros incidentes en Lisboa, Frankfurt, Medellín, Vigo y San José de Costa Rica. Según las autoridades venezolanas, estos ataques han sido coordinados por los “comanditos del fascismo”, en referencia a los grupos políticos que apoyan al opositor Edmundo González Urrutia.

“En una acción coordinada por los comanditos del fascismo desquiciados, varias sedes de nuestros consulados fueron atacadas por extremistas que hacen el mismo daño a nuestras sedes diplomáticas que quieren hacerle a nuestra amada patria bolivariana”, dijo Yván Gil el pasado lunes.

La administración chavista exigió a las autoridades de Portugal, Alemania, Colombia, España y Costa Rica “celeridad en las investigaciones para dar con los responsables y que se garantice la integridad de estas instalaciones, como lo establece la Convención de Viena”.

El secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP), Jorge Arreaza, también expresó este miércoles su rechazo a las “agresiones” dirigidas contra las sedes diplomáticas del país en diversas naciones.

En Telegram, Arreaza afirmó que estas acciones “reflejan la frustración de la extrema derecha y la violencia que la caracteriza” en diferentes contextos. Además, subrayó que la responsabilidad por la protección de estas instalaciones y su personal “recae en los gobiernos de los países anfitriones, a quienes instó a garantizar su integridad”.

Información de El Cooperante