Maduro enfría la relación con Zapatero por no mejorar la imagen del gobierno venezolano

La temperatura de las relaciones entre José Luis Rodríguez Zapatero y Nicolás Maduro ha descendido varios grados. En un artículo publicado por Voz Pópuli detallan que su estrecha conexión del expresidente del Gobierno español está atravesando un bache, según aseguran distintas fuentes bien conectadas con Caracas.

Hay distintas causas que explican el distanciamiento, pero sobresale una: la falta de resultados visibles en la mediación del exlíder del PSOE.

Zapatero lleva años enfrascado en labores de “lobby” en Latinamérica, con especial énfasis en Venezuela. La “tarifa” de sus servicios sigue siendo un secreto bien guardado, pero el expresidente socialista nunca ha ocultado su papel de mediador.

Desde que concluyó su período en el poder en España, Zapatero se concentró en tender puentes entre Europa y determinados países latinoamericanos. Su misión más controvertida siempre ha sido la ejercida en suelo venezolano, defendiendo a un gabinete que ha ido derivando hacia posiciones más y más dictatoriales.

Fuentes conocedoras de los vínculos entre Zapatero y Maduro achacan el actual distanciamiento a lo poco que el español ha conseguido, a la hora de mejorar la imagen del gobierno venezolano.

“A Zapatero se le paga para tender puentes con la Comisión Europea y con los gobiernos más influyentes de la UE. Pero los resultados son muy pobres, no se está logrando nada”, señalan fuentes próximas a la oposición de Maduro.

En el Palacio de Miraflores se esperaba al menos un cambio de percepción progresivo al otro lado del Atlántico: que líderes u organizaciones occidentales cambiaran su posicionamiento respecto a la gestión del gabinete chavista.

Las mismas fuentes aseguran que hay un punto de inflexión: las últimas elecciones generales en Venezuela. Zapatero mantuvo un equidistante silencio ante la cuestionada victoria de Maduro.

La posición del exlíder socialista fue interpretada como un apoyo velado al venezolano en este lado del Atlántico. Pero esa misma equidistancia no gustó en los círculos de poder que rodean a Maduro. Una cuestión de perspectivas.

Hay quien exigía a Zapatero una mayor claridad en la defensa de la nueva investidura del presidente venezolano y, por otro lado, quien confiaba en su contribución para que, con el paso de los meses, las aguas volvieran a la calma. No ha sido así. Al contrario, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Venezuela está más arrinconada en el tablero internacional. Un botón de muestra: pese a la mediación de los muchos ‘lobistas’ del sector petrolero, Washington anuló hace un mes las licencias a dos empresas para exportar crudo venezolano (la estadounidense Global Oil Terminals y la española Repsol).

El distanciamiento de Caracas coincide con la creciente actividad de Zapatero en China. El expresidente español ha intensificado su trabajo en el país asiático, convirtiéndose en un hombre clave para el gran objetivo de Pekín: usar España como puente para ejercer influencia en Hispanoamérica.

Uno de los vehículos que usa Zapatero para avanzar en China es el Gate Center. El “think tank”, creado en 2022, le tiene en nómina como presidente del Consejo Asesor. El exmandatario también trabaja para Pekín desde la Fundación ONUART, donde figura como presidente del Consejo Consultivo.

El desempeño de Zapatero en China ha servido para allanar el terreno a otros exaltos cargos socialistas, que vieron hace tiempo oportunidades de negocio en el gigante asiático. Uno de ellos es José Blanco, fundador de Acento. De hecho, hay un nexo claro entre esta consultora y Zapatero. En 2020, Acento creó una filial para operar en Asia, en la que contó con los servicios de Fangyong Du, quien a su vez participa en el Gate Center.

En el mundo del lobby también es conocido el creciente papel que está jugando Antonio Miguel Carmona, quien fue candidato del Partido Socialista Obrero de España (Psoe) a la alcaldía de Madrid está intensificando sus esfuerzos en China, a través de dos entes: la Asociación para la Cooperación Chino-Española para el Desarrollo Empresarial Responsable (Acceder), en la que ocupa la presidencia; y la Asociación de Amigos de China, donde figura como presidente.

En los últimos meses, Zapatero se ha dejado ver más en China que en suelo venezolano. La visita más reciente tuvo lugar a finales de marzo. El exmandatario sembró el terreno para la llegada posterior de Pedro Sánchez a Pekín. El expresidente fue uno de los protagonistas del Foro de Boao, un congreso que alberga cierto parecido con el Davos europeo. Allí se citaron empresarios y banqueros asiáticos. Y, por supuesto, lobistas, como Zapatero. En China hay mucho dinero para invertir… e influir.

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