Maduro denuncia ante la ALBA el “asalto pirata y secuestro” del buque Skipper de parte de EE. UU.

El mandatario Nicolás Maduro denunció este domingo en una cumbre de la Alianza Bolivariana de los Pueblos para Nuestra América (ALBA) el “asalto pirata y secuestro” del buque Skipper a mano de EE. UU. a mediados de semana, que ha agravado las tensiones entre Venezuela y Washington.

En la cumbre, transmitida por VTV, Maduro precisó que la confiscación de este superpetrolero representa la “ruptura total de las vías legales y diplomáticas de convivencia” en la región.

Asimismo, señaló que, a 21 años de la fundación de la ALBA, se pretende un “nuevo proyecto colonizador. Dijo que no es solo contra la América, “sino contra el mundo entero”.

“Lo sabemos, pero por aquí, por América Latina y el Caribe, el proyecto colonizador no pasará. Seremos libres, pueblos enteros seremos libres. Y con la experiencia que tenemos y el amor que nos mueve iremos paso a paso, uniendo cada vez más en la acción, resultados concretos, las capacidades de nuestros países”, afirmó.

Ante las tensiones actuales con el Gobierno de Donald Trump, Maduro planteó al bloque hacer una “resistencia unida, popular, prolongada”.

“Combinemos la resistencia unida, popular, prolongada, de los pueblos del ALBA con la ofensiva permanente de construcción de bases sólidas en una economía conjunta, común, cooperativa, de beneficio mutuo”, agregó el jefe de Estado.

Manifestó que ya son 25 semanas de “agresión, terrorismo psicológico, de amenaza militar” de Estados Unidos cerca de las aguas venezolanas. Por lo anterior, puntualizó, se ha “ajustado” la visión del sistema de defensa nacional.

En contexto

Desde septiembre, Estados Unidos mantiene una operación naval y aérea en el mar Caribe, en zonas próximas a Venezuela, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Caracas ha calificado esta presencia como un movimiento hostil que podría anticipar una acción militar.

Washington también ha vinculado al presidente Nicolás Maduro con el llamado Cartel de los Soles —un grupo presuntamente asociado al tráfico de drogas— al que designó como organización terrorista extranjera el pasado 24 de noviembre.

En medio de estas tensiones, las autoridades estadounidenses han reportado ataques contra una veintena de embarcaciones que aseguran estar relacionadas con actividades ilícitas, así como la muerte de más de 80 tripulantes.

La situación escaló aún más después de que la FAA emitiera una alerta instando a “extremar precauciones” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe. En respuesta, el Ejecutivo venezolano revocó permisos de vuelo a varias aerolíneas, entre ellas Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol. Las acusó de “sumarse a acciones de terrorismo de Estado” promovidas por EE. UU. y cancelar rutas de manera “unilateral”, según comunicaron el Ministerio de Transporte y el INAC.

Las tensiones alcanzaron un nuevo nivel cuando EE. UU. incautó el buque Skipper a mediados de semana. Además, Washington estaría planeando llevar a cabo más acciones similares contra otros tanqueros, según la agencia Reuters.

Información de El Cooperante