Con las manos atadas y una venda en los ojos hallaron enterrado a un joven que tenía 7 días desaparecido
Gabriel Enrique Leal Moya, de 20 años de edad, fue visto por última vez el viernes 1° de abril de 2022. Sus familiares sabían hasta ese momento que él iría a comprar un teléfono celular. Pero a su casa no regresó y eso prendió las alarmas entre sus allegados, quienes lo reportaron después como desaparecido.
La mañana de este jueves 7 llegó la noticia a la familia Leal Moya de que Gabriel Enrique había aparecido, pero muerto.
El hallazgo lo realizaron funcionarios policiales, luego de que el miércoles 6, se conociera el presunto suicido de Luis Alberto Monroy de 30 años de edad, quien era el vigilante de la finca La Valentina, situada en el sector La Bomba de El Tigre, eje sur del estado Anzoátegui.
Monroy presuntamente se ahorcó dentro del predio y los detectives del Cicpc se encargaron de bajarlo de donde estaba colgando. Pero cuando los funcionarios de la policía científica volvieron al día siguiente para la finca, para hacer peritaje en las inmediaciones del lugar, se encontraron con un olor desagradable.
Cerca del gallinero del predio La Valentina, los pesquisas vieron un poco de tierra removida, por lo que optaron por excavar y fue cuando dieron con los restos de Leal Moya.
El joven, de acuerdo con una fuente extraoficial, tenía las manos atadas a su espalda y una venda cubría sus ojos. Además, sus familiares lo reconocieron porque tenía una camisa blanca.
Según los expertos en el área forense la causa del fallecimiento de Gabriel Enrique fue por estrangulamiento. En cuanto a los investigadores del Cicpc, se supo que tendrán la tarea de determinar si las muertes del vigilante y el muchacho guardan relación.
NAM