Vecinos del Santuario San Benito en Sucre-Zulia alarmados por la proliferación de Caracoles Africanos
Habitantes del sector La Conquista, específicamente las calles que colinda con el santuario San Benito de Palermo y la cancha techada, se encuentran alarmados por la cantidad excesiva de Caracoles Africanos, especie de molusco venenoso que deben ser recolectados bajo algunas medidas de precaución.
Lugareños explicaron que “al lado del módulo de Barrio Adentro y la cancha del Santuario hay demasiado monte y existe una cría de caracoles africanos, tenemos entendido que son malos y las casas por aquí se nos están colmando de esa plaga, se suben por las paredes de las viviendas, ya no hayamos que hacer para que nos pueden ayudar”. Explicó una de las vecinas preocupada
Pobladores elevan el llamado a las autoridades competentes a fin de tomar cartas en el asunto. “Necesitamos que limpien y fumiguen esos terrenos urgentes, en la comunidad hay muchos niños y adultos mayores, y ellos pueden desconocer la peligrosidad de estos animales”. Recalcó la vecina
¿Qué se sabe del Caracol Africano?
A Venezuela, al igual que en Colombia, el caracol africano ingresó porque existía una demanda interna por la baba de caracol, insumo considerado útil para asegurar la belleza de la piel femenina y que terminó por esparcirse desde la zona del Orinoco hasta la Isla de Margarita.
Entre el 2010 y el 2014, debido a la presencia del Fenómeno del Niño y el cambio climático, se expandió y dañó cultivos de cacao, café, caraota, yuca, lechuga, repollo, maní, lechosa, pimentón, naranja, maíz, cambur, pepino, tomate y zanahoria, plantas ornamentales, pastizales y alimento concentrado para mascotas.
Los principales impactos que produce el caracol africano son en el ambiente y en la salud.
Al esparcir con su baba los microorganismos que recoge de los excrementos, el caracol se torna en una amenaza muy grave. Se trata de un animal polífago, es decir, que come de todo, y que al ingerir frutas o cultivos puede contaminarlos e incrementar su efecto dañino.
Sin embargo, el impacto en la salud pública no solo se restringe a esta situación. Las secreciones del caracol africano pueden albergar una lombriz bastante peligrosa y dañina que se encuentra justamente en las heces de la rata: el nematode o lombriz. “Dicha especie siempre busca un huésped. En un inicio es la rata, luego esta expulsa por sus heces a la lombriz que es asimilada por el caracol africano. Naturalmente, si la secreción del caracol es consumida por una persona, esta puede ser el próximo huésped”. Según explican los especialistas
Si se consume la carne del caracol africano o se entra en contacto accidentalmente con las secreciones que produce la lombriz señalada, podría existir riesgo de contagio de meningitis, úlceras en los intestinos y otros problemas estomacales. El mismo riesgo lo puede sufrir un animal doméstico.
Fuente Mongabay