Equipos bélicos rusos capturados engrosan existencias del Ejército ucraniano
Al tiempo que la ofensiva ucraniana gana fuerza, Rusia se está convirtiendo en un gran “proveedor” de armamento pesado del Ejército del país invadido, ya que las tropas ucranianas emplean el capturado o abandonado por los soldados rusos.
Tras cada éxito ucraniano en el frente aparecen imágenes y vídeos de tanques, vehículos acorazados y otros equipos militares que las fuerzas rusas han dejado atrás en su huida.
La contraofensiva del mes pasado en la región de Járkov (noreste) fue particularmente fructífera y proporcionó al Ejército ucraniano trofeos suficientes como para equipar a una brigada mecanizada, declaró a Efe Mijailo Samus, experto militar del Centro para Estudios del Ejército, la Conversión y el Desarme.
Todavía no hay datos sobre la cantidad de material capturado en los últimos días en las inmediaciones de Liman y Kupiansk (este) y en la provincia de Jersón (sur).
No obstante, según fuentes abiertas citadas por la edición ucraniana de la revista “Forbes”, Rusia ha suministrado más tanques, vehículos acorazados y sistemas de artillería a Ucrania que ningún otro país.
De acuerdo con la plataforma holandesa “Oryx”, cuyas estadísticas se basan en pruebas visuales y son ampliamente citadas por analistas y medios ucranianos e internacionales, por lo menos 417 tanques rusos han sido capturados por las tropas ucranianas desde el inicio de la invasión.
Son más tanques que los que ha recibido Kiev de sus aliados, ya que según las informaciones hechas públicas Polonia ha entregado 300, la República Checa 75 y Macedonia del Norte 8, todos ellos de fabricación soviética.
Ucrania ha capturado además 191 sistemas rusos de artillería y de lanzamiento múltiple de cohetes, lo que incluye 56 piezas de artillería remolcada, 92 autopropulsadas y 43 lanzacohetes múltiples, siempre según “Oryx”.
Estados Unidos ocupa el segundo lugar con 162 sistemas suministrados hasta la fecha, entre los que se cuentan 16 sistemas de artillería de alta movilidad (HIMARS) que han contribuido a golpear las cadenas logísticas rusas en el frente, así como 126 obuses M777.
Por detrás se encuentran Polonia, el Reino Unido y República Checa, que también han realizado contribuciones importantes, y otros países, como Noruega, Francia y Alemania.
Moscú también está a la cabeza en lo que respecta a los vehículos de transporte acorazados, de los que han sido capturados unas 700 unidades, mientras que Washington ha enviado 550, Turquía dos centenares y Reino Unido 155.
Otros equipos capturados incluyen radares, misiles tierra-aire y más de 400 camiones y otros vehículos empleados por el ejército ruso.
Una gran parte de estos materiales se pueden emplear de inmediato sin entrenamiento previo o pueden ser desguazados para proporcionar piezas de reemplazo, aunque en parte la calidad es inferior a la del armamento más moderno recibido de los aliados occidentales de Ucrania.
Los soldados ucranianos han sido contundentes a la hora de señalar la diferencia entre los equipos soviéticos y los de fabricación moderna, en la precisión y en la facilidad de manejo.
“Es como conducir un Porsche después de un Lada”, declaró recientemente el operador de un obús Krab de fabricación polaca al canal de televisión “Hromadske”.
La munición para los equipos soviéticos de los que dispone Ucrania, cuyas existencias ha estado rastreando por todo el mundo en cooperación con sus aliados, se está terminando con rapidez.
Por todo ello, Kiev sigue presionando a sus socios para que le suministren más armamento moderno, como taques de combate alemanes y aviones de guerra y misiles estadounidenses ATACMS.
En comparación con Ucrania, Rusia todavía es superior en lo que respecta al poderío de su artillería, dice a Efe Marian Stefankiv, un soldado de la Vigesimocuarta Brigada del Ejército ucraniano, que se encuentra participando en la contraofensiva de Jersón.
Stefankiv asegura que Ucrania necesita más armamento pesado, en particular sistemas de artillería, y municiones, y que ello salvaría vidas de soldados ucranianos.
Además, está convencido de que unos envíos más rápidos y de mayor volumen ayudarían a Ucrania a intensificar su contraofensiva.
EFE