El cáncer en el ojo: Una realidad más frecuente de la que pensamos
El cáncer de ojo es más habitual de lo que pensamos. No es tan frecuente como el cáncer de mama, por ejemplo, pero no es algo aislado. Puede haber diferentes tipos de cáncer en el ojo y en diferentes estructuras, tanto internas como externas (piel adyacente, retina, párpado, órbita -donde se aloja el ojo-, iris, córnea conjuntiva, etc).
Puede tratarse de un tumor primario maligno del ojo, al igual que puede darse una metástasis al ojo y el cáncer de origen proceder de otra parte del cuerpo, o bien que el cáncer en el ojo se disemine a otras partes del cuerpo, según explica a Infosalus la doctora Zoraida del Campo, directora del Servicio de Oftalmología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, quien remarca que no todos los tumores oculares están relacionados con el sol o con las cosas que podamos o dejemos de hacer en el día a día.
«El cáncer en los párpados se rige por lo mismo que la piel, y aquí es donde el sol puede influir, igual que en la mano, espalda o otra parte del cuerpo; pero en cuanto a las estructuras internas las causas son las mismas que en los tumores de otros sitios y la mayoría no las sabemos. No está relacionado directamente con el tabaco, ni con estar muchas horas delante del ordenador», detalla.
Según precisa la Academia Americana de Oftalmología, el cáncer más común que comienza en el ojo en adultos es el melanoma ocular, aunque también pueden surgir linfomas, por ejemplo. En el caso de los menores destaca que el más frecuente es el retinoblastoma, causado por una mutación genética que provoca que las células nerviosas de la retina empiecen a crecer de forma descontrolada.
Síntomas de cáncer en el ojo
Por otro lado, la doctora Del Campo resalta que los síntomas del cáncer del ojo dependen de la zona que se vea afectada, y dice que si lo hace a las partes más externas se verá un tumor al mirarse en el espejo, un bulto, o si lo tenemos en conjuntiva y córnea lo veremos; pero si aparece internamente en la retina hasta que no dé pérdida de visión o aparición de mosquitas volantes no te vas a dar cuenta hasta que no se vaya a una revisión.
Otros síntomas, según describe, pueden ser cambios físicos en el ojo como que el párpado se te caiga, o te haya salido un bulto rosado o marrón, que el globo ocular salga hacia afuera, que aparezca una mancha en el ojo, o una peca que ha cambiado de color, así como pérdida de visión, o se vea doble, entre otros.
¿Revisiones en el oftalmológico?
Preguntada sobre cada cuánto debemos ir al oftalmólogo porque muchos de los casos de cáncer de ojo se detectan en el oftalmólogo, la doctora Del Campo remarca que aunque el cáncer ocular no es infrecuente, su frecuencia no es tan elevada para justificar por sí solo la revisión al oftalmólogo.
«La mayoría de los tumores en los ojos se ven externamente, y tienen cambios físicos, y el paciente consultará. Y para el porcentaje que hay y que no se ven en principio no estaría justificada por sí sola la revisión al oftalmólogo. No todos nos hacemos una resonancia al año para ver si tenemos un tumor cerebral», apostilla.
Ahora bien, independientemente de esto sí afirma que hay otros motivos, como otras enfermedades oculares que pueden ser silentes, como por ejemplo el glaucoma, que afecta a un 2% de la población, que sí hace necesarias esas revisiones rutinarias oftalmológicas, especialmente a partir de los 40 años en los adultos, y en los niños para cerciorarse de que ven bien.
En última instancia, y en cuanto al tratamiento, este variará en función del estadio en el que se encuentre el tumor, así como del tipo de cáncer que sea y de la zona afectada. Desde MD Anderson Madrid precisa que puede incluir desde cirugía, hasta radioterapia y otras técnicas combinadas.
Con información de Infosalus.