Especialistas alertan sobre el incremento de casos de suicidio en Mérida

Unidos Venezuela (MUV) señaló que en Mérida el suicidio es un problema de salud pública y no puede ser abordado como una tendencia social o mediante la realización de “operativos” que no tienen continuidad en el tiempo.

El coordinador regional de MUV, Pedro Fernández, señaló que “estos problemas deben ser atendidos a través de políticas públicas diseñadas y ejecutadas hasta obtener una solución”.

En el comunicado se expresa que en el estado Mérida el suicidio ha sido abordado de manera lateral como la consecuencia final de un problema de salud mental, sin tomar en cuenta el contexto social, económico y cultural de las personas que buscan el camino de la muerte por voluntad.

Fernández afirmó que “el suicidio como problema de salud pública, no afecta solo a la persona que decide poner fin a su vida, sino que deja un número de afectados en su entorno, que viven en ese mismo entorno y corren el peligro de tomar esa decisión”.

Desde Médicos Unidos Venezuela, capítulo Mérida, manifestaron que “es público y notorio, que después de las acciones publicitarias ejecutadas como pinta carros y custodia del viaducto Miranda, el índice de suicidios en la entidad ha ido en aumento.

Exhortan a las autoridades a cumplir con su deber, y a través de programas verdaderamente eficientes, promover actividades de carácter científico que permitan investigar los factores de riesgo que existen en Mérida y su relación con la alta incidencia de suicidios en la entidad.

Solo en el mes julio se registran cuatro casos de personas que han optado por acabar con sus vidas y es realmente alarmante que el estado Mérida continúe encabezando las tasas de suicidios en Venezuela.

Ante esta situación se hace necesario poner en marcha acciones, medidas y/o estrategias que conduzcan a la prevención del suicidio. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe: “Prevención del suicidio. Un imperativo Global”, identifica y diferencia tres tipos de intervenciones para prevenir el suicidio: (a) Universales: diseñadas para llegar a toda una población con la finalidad de potenciar al máximo la salud y reducir a la mínima expresión el riesgo de suicidio al eliminar barreras en la atención y aumentar el acceso a la ayuda, así como fortalecer los procesos protectores como el apoyo social y modificar el entorno físico; (b) Selectivas: dirigidas a grupos vulnerables de la población sobre la base de características como la edad, el sexo, la situación ocupacional o los antecedentes familiares; y (c) Indicadas: aquellas que son dirigidas a determinados individuos vulnerables dentro de la población, por ejemplo quienes muestren señales prematuras de potencial suicida o quienes hayan hecho un intento de suicidio. Entre las principales intervenciones según tipos de factores de riesgo asociados a comportamientos suicidas que se podrían poner en práctica en Mérida -y en el país- se listan:

Las relacionadas con el sistema de salud y factores sociales de riesgo. En este particular la puesta en marcha de una política de salud mental está dentro de las principales intervenciones, donde se fortalezca el liderazgo eficaz y la gobernanza en pro de la salud mental y en donde se proporcionen servicios de atención y asistencia social integral, integrada y receptiva en los ámbitos comunitarios; se apliquen estrategias de promoción y prevención en materia de salud mental; y fortalezcan los sistemas de información, los datos científicos y la investigación sobre salud mental. Esto conduce a decir que dentro del plan de acción la tasa de muertes por suicidio es un indicador crucial para hacerle seguimiento y la meta es su disminución.

El acceso a la atención de salud. Un tratamiento adecuado, inmediato y accesible de los trastornos mentales y por uso de sustancias contribuye a reducir el riesgo de comportamientos suicidas. La aplicación de políticas y prácticas de difusión de conocimientos sobre la salud en todos los sistemas e instituciones de salud, y especialmente en los centros de salud emplazados en las comunidades, es una manera muy importante de mejorar el acceso a estos servicios en general y a los de salud mental en particular.

La restricción del acceso a medios utilizables para suicidarse entra en la lista de intervenciones pertinentes. A escala mundial, y también en Mérida específicamente, y en Venezuela, los métodos más frecuentes que las personas utilizan para atentar contra sus vidas son: el ahorcamiento, intoxicarse o envenenarse con agroquímicos, dispararse con un arma de fuego o saltar desde un lugar elevado. Se ha comprobado que la restricción del acceso a los medios utilizables para suicidarse es eficaz para la prevención, sobre todo los suicidios por impulsividad, porque da más tiempo de reflexión a quienes contemplan el suicidio. Las estrategias de restricción de los medios se pueden aplicar a nivel nacional a través de leyes y reglamentos, y a nivel local, por ejemplo, velando por la seguridad en los entornos de riesgo (un ejemplo lo representa la medida de vigilancia que se implementó en tiempos recientes en el viaducto Miranda; otra la medida estructural ejecutada a mediados de los años 2000 cuando se cercó el viaducto Campo Elías).

Las principales intervenciones de restricción del acceso a los medios utilizables para suicidarse específicamente para Mérida deben ir dirigidas a objetos para aplicar asfixia mecánica, acceso a los agroquímicos, a armas de fuego, a agentes farmacológicos así como a la accesibilidad a viaductos y puentes.

Entre otras intervenciones se tienen: la generación de información responsable a través de los medios de comunicación; concientización acerca de la salud mental, los trastornos debidos al consumo de sustancias y su conexión con el suicidio; y políticas para reducir el consumo nocivo de alcohol.

En el caso de las intervenciones relacionadas con la mitigación de la influencia de factores de riesgo en la comunidad y las relaciones (familiares y de amigos),en esta categoría las intervenciones dirigidas a grupos vulnerables resaltan entre las primeras acciones. En el caso particular de Mérida se tienen: personas que han experimentado abuso, traumas o violencia (con especial atención hacia niños, niñas y adolescentes, y mujeres adultas); personas pertenecientes a la comunidad LGBTQI+; agricultores y estudiantes; familias con antecedentes de un pariente que intentó suicidarse o que se suicidó; e individuos con problemas económicos.

NAM