Los precios de gas aumentan en Europa tras la huelga de los empleados de Chevron en Australia
Los precios del gas en Europa aumentan, mientras los trabajadores de dos plantas de gas natural licuado (GNL) de la estadounidense Chevron en Australia inician su anunciada huelga. Los especialistas están descontentos con las condiciones y reclaman más seguridad laboral, mejores salarios y mayor flexibilidad en los turnos.
Los precios del gas en Europa subieron un 7,4%, acercándose a los 400 dólares por 1.000 metros cúbicos, mostraron los últimos datos de la bolsa ICE de Londres. Esto sucede después de que los empleados de plantas Wheatstone y Gorgon, que representan hasta el 7% del suministro mundial de GNL, se declararon en huelga.
El inicio de la protesta estaba previsto inicialmente para el 7 de septiembre, pero se aplazó un día para celebrar una ronda adicional de conversaciones entre Chevron y los representantes negociadores de Offshore Alliance.
Durante las negociaciones, las partes trataron de firmar nuevos acuerdos empresariales que cubran a unos 500 trabajadores.
Sin embargo, las conversaciones concluyeron sin acuerdo, confirmó un portavoz de Chevron Australia, afirmando que la empresa y el sindicato «seguían separados en términos clave».
«A lo largo de este proceso, negociamos de buena fe y tratamos de llegar a un acuerdo que logre un resultado competitivo en el mercado que beneficie tanto a los empleados como a la empresa (…) Los sindicatos siguen buscando condiciones más favorables que las de otras empresas del sector, incluidos los acuerdos alcanzados recientemente», declaró al diario The age.
Al comentar el resultado de las conversaciones, el portavoz de la Alianza Offshore, Brad Gandy, acusó a Chevron de no ser razonable.
«Tenía que pasar hasta el tercer día para que Chevron presentara un cambio de postura en algo significativo, e incluso entonces, el cuarto día, la empresa dio marcha atrás en la oferta anterior que había hecho. Los miembros de Offshore Alliance les piden que cambien de actitud para que este conflicto pueda resolverse y la empresa pueda dedicarse a exportar gas australiano por valor de miles de millones de dólares», precisó al diario The age.
De acuerdo con varios expertos, las interrupciones de las operaciones de Chevron en Australia podrían tener un impacto significativo en los precios mundiales de energía, que seguirán subiendo.
Aunque los gobiernos europeos se verán incomodados por el aumento de los costos, los más perjudicados serán los países en desarrollo, a los que los compradores europeos quitan el precio, aseguró a Sputnik Thierry Bros, profesor del Instituto de Estudios Políticos de París.
Explicó que los precios del gas son sobre todo regionales, y aunque la propia Europa reciba solo una ínfima cantidad del gas producido en Australia, «su hambre de gas en los mercados más cercanos ejerce también presión sobre los lejanos».
Europa, en su conjunto, se enfrentó a una grave crisis energética provocada en muchos aspectos por las sanciones contra Rusia debido a su operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania.
El Gobierno alemán, por ejemplo, para resolver este problema promueve activamente la construcción de terminales receptoras de importaciones de GNL.
Consisten principalmente en buques e infraestructuras en tierra y pueden ponerse en funcionamiento más rápidamente que las terminales fijas. Está previsto que en 2026 estén en funcionamiento un total de 11 terminales de GNL, tres de ellas estacionarias.
No obstante, el costo de las terminales flotantes de gas natural licuado (GNL) pendientes de construcción en Alemania se triplicó con creces hasta alcanzar los 10.000 millones de euros en diciembre de 2022. De acuerdo con el Ministerio Federal de Economía, se trata del «importe máximo de los costos previstos que pueden producirse entre 2022 y 2038».
Entre tanto, pese a la necesidad de los recursos energéticos rusos, EEUU y la UE impulsaron sanciones contra el gas y petróleo provenientes de Moscú y llegaron incluso a cancelar la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, el cual facilitaría la distribución de este recurso a Europa e incluso permitiría a países como Alemania vender este producto. Otro obstáculo fueron los ataques contra los gasoductos Nord Stream, que la Fiscalía General de Rusia nombró como un caso de acto de terrorismo internacional.
Con información de El Universal