Ama con el amor de Dios
Cuando establecemos un vínculo con una persona, es probable que al principio todo marche bien.
Después de un tiempo de relación es posible que empecemos a descubrir sus debilidades, sus problemas personales, su verdadera motivación por la vida, en fin cada día que pasa descubrimos cosas buenas y malas.
Es en este punto donde vamos a sentir compasión, aceptación, rechazo o enjuiciamos sus distintas decisiones personales.
Debemos recordar las palabras de Juan: Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. 1 Juan 4:19-21
Algunos dirán que amar a Dios es fácil y que amar a todas las personas por igual es bien difícil.
Cuando el amor parte de mis sentimientos, el amor en algún momento se acabará y la relación también tendrá su fin.
Cuando mi amor por los demás inicia y se sostiene en Dios este amor permanecerá en las circunstancias más extremas.
Nuestro amor no debe estar basado en los hechos de las personas sino en el amor incondicional de Dios.
Por supuesto que nuestro amor por las personas no aceptará nada que nos pueda separar del amor de Dios.
Debemos poner fin a todo aquello que no traiga edificación en el reino de Dios.
La cruz del Calvario es la mayor expresión de amor hacia una humanidad perdida y fracasada.
Si nos falta amor por las demás personas significa que necesitamos llenar de amor el tanque de nuestro corazón.
¿Necesito llenar mi corazón con el amor de Dios?
¿Quién es la persona o las personas que me está costando trabajo amar?
Padre, ayúdame a ver a las personas que me está costando amar con tus ojos y amarlos con tu amor.
Palabras claves: Amor, Cruz, Jesús, Edificar, Sostener.
Mateo 5:44; Lucas 6:28; Romanos 12:14-21; 1 Corintios 16:14; Juan 13:33-35
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX