Bomberos del SAHUM: dos generaciones y una misma pasión

“Al sentir el llamado de alarma, el  miedo y el riesgo siempre van a estar; pero es importante, porque es el que te llevará al instinto de supervivencia, si pierdes el miedo no actúas igualmente en el  resguardo tu vida”. R.B

En la “Semana del Bombero” desde el SAHUM reseñamos a 2 miembros de este cuerpo, con generaciones diferentes, pero ideales similares.
Iniciamos con el Cabo Primero, Robert Gil, perteneciente a la Unidad de Rescate, ubicada en las instalaciones del Servicio  Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM) quien manifestó “hoy en día  tengo 24 años, pero  me formé en la Brigada Juvenil, desde los 8 años hasta la mayoría de edad; actualmente, tengo 10 años dentro de la Brigada, fui bombero voluntario y luego ingresé formalmente al Cuerpo de Bomberos”, dijo.
Prosiguió contando “esta pasión viene de familia, varias generaciones se han desempeñado como bomberos; aunque inicialmente no fuese algo que me llamara la atención, fui invitado por un familiar a la estación número 1 hacer, participé y hasta el sol de hoy descubrí que es lo que me gusta. Existe en mí el querer ayudar a otras personas”, comentó.

Adrenalina, miedo que te mantiene alerta

Su formación profesional como bombero se llevó a cabo en la Universidad Experimental de Seguridad Nacional (UNES) que es una universidad pública venezolana, única en su tipo, dedicada a la formación de estudiantes jóvenes venezolanos en el área de seguridad y proteccion civil “son  muchas las experiencias vividas, unas  satisfactorias y otras no tan agradables que te marcan pero te estimulan a querer seguir en esta  labor, a pesar de saber que tu vida pueda estar en riesgo”.

24 años acudiendo al llamado

Proseguimos con el Mayor, Jesús Nava, quien lleva 24 años en esta profesión siendo actualmente Jefe de la Estación, número 3 y Jefe de Rescate de la estación ubicada dentro de las instalaciones del SAHUM destacando “el éxito de un rescate es el trabajo en equipo, esa es nuestra insignia y emblema, donde hay disciplina se logran grandes cosas”, exclamó.

“Conocimiento para quien nos necesite”

Continuó diciendo “yo me formé como Bombero “Apaga Fuego” y actualmente tengo 24 años de servicio. Ingresé a la brigada y fui bombero voluntario, también pertenecí a la guardia permanente,  e igualmente fui formado en la Unidad de Medicina de Emergencia como  paramédico, adquiriendo conocimientos para poder servir.

Extremos que impactan: ver nacer y ver morir a un niño

Dentro de las anécdotas que rememora Nava, sobresalen los extremos, en donde la vida y la muerte son constantes en su profesión “mi mejor experiencia fue ayudar en el nacimiento de  un bebé; y la más triste, fue la de un accidente donde falleció una niña, situación que a todos nos marca. Antes de llegar a un siniestro  buscamos  información de la escena para  actuar; y al llegar, se estudia la manera correcta de proceder dependiendo la emergencia”, finalizó.