Brasil no reconoce resultado de las elecciones presidenciales en Venezuela “por falta de transparencia”
El asesor de asuntos internacionales del gobierno de Brasil, Celso Amorim, declaró este martes que la reciente elección presidencial en Venezuela no cumplió con el principio de transparencia, por lo cual la reelección de Nicolás Maduro no es reconocida por la nación amazónica.
Amorim, excanciller en los dos primeros mandatos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para exponer la posición de Brasil frente al agitado proceso electoral venezolano. En su intervención, subrayó que los intentos de mediación brasileños se basan en la defensa de la democracia, la no injerencia en asuntos internos y la resolución pacífica de conflictos, recoge el periódico español El Debate.
Sin embargo, Amorim afirmó que el principio de transparencia fue vulnerado al no publicarse los resultados detallados de las elecciones del pasado 28 de julio, en las que las autoridades chavistas proclamaron la victoria de Maduro. “Brasil no reconoce ese resultado ni el que le atribuye la oposición a Edmundo González Urrutia, hoy exiliado en España”, puntualizó.
En cuanto a las actas divulgadas por la oposición, Amorim advirtió sobre el peligro de validar resultados con base en datos recabados por un candidato, ya que esto “representaría un precedente peligroso para la institucionalidad democrática”. Además, expresó su inquietud ante el estado de los derechos humanos en Venezuela y los nuevos mecanismos de control sobre la sociedad civil que, según indicó, se han intensificado tras los comicios.
Brasil, que ha intentado mediar entre el Gobierno de Maduro y la oposición en conjunto con Colombia y, en menor medida, México, ha visto deteriorarse sus relaciones bilaterales con Venezuela.
La situación se agravó la semana pasada cuando el gobierno de Lula rechazó la incorporación de Venezuela como miembro asociado al foro Brics, lo que Caracas interpretó como “una agresión” y “un gesto hostil” en línea con lo que consideró “la política criminal de sanciones” contra el pueblo venezolano.
Amorim respondió a la reacción venezolana tachándola de “desproporcionada”, aunque aseguró que Brasil mantendrá “discreción” y evitará ventilar el conflicto en medios de comunicación.
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