Cancillería rechaza la renovación de la orden ejecutiva de EEUU para justificar campaña de agresión contra Venezuela
Este miércoles, el canciller de la República, Yván Gil, emitió un comunicado donde Venezuela rechaza “enérgicamente” la renovación de la orden ejecutiva por parte de Estados Unidos que desde el 2015 “se ha utilizado para justificar una sostenida campaña de agresión contra el pueblo venezolano, violando toda norma del derecho internacional, constituyéndose en un caso de castigo colectivo”.
A través de su cuenta en la red social X, Gil compartió el escrito que también señala que “con esta acción innecesario, absurda y hostil, queda demostrado que el liderazgo decadente de los Estados Unidos no está en capacidad de diseñar una política exterior coherente que no se base en la coerción, chantaje o el irrespeto”.
Asimismo, reza que “Estados Unidos es rehén de sus propias políticas de agresión“, afirmando que “la crisis migratorias” que ha preocupado ha tantos políticos “no es sino una consecuencia directa e inmediata de sus medidas coercitivas y bloqueos”.
Explica también que “no se puede esperar otra cosa de un gobierno que normaliza y banaliza el genocidio contra el pueblo palestino o que se muestra indiferente antela pérdida progresiva de los derechos civiles de sus minorías”.
Estas declaraciones ocurren luego de que EE.UU. prolongara este martes, por un año más, el decreto que declara a Venezuela una amenaza para la seguridad nacional y la política exterior del país.
El escrito firmado por el presidente Joe Biden precisa que “la erosión de las garantías de derechos humanos, la persecución de opositores políticos, la restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y violaciones y abusos de derechos humanos en respuesta a protestas antigubernamentales” así como “detenciones arbitrarias de manifestantes y la presencia cada vez más exacerbada de una importante corrupción gubernamental” son las principales razones que motivaron a la Casa Blanca a prolongar la medida.
Con información de Globovisión