Cáritas: La pandemia sacó lo mejor y lo peor de la sociedad
La convivencia se debate entre la contradicción de esa noble causa con la disposición de ayudar o esas conductas dañinas que hasta condenan a niños a vivir entre la violencia intrafamiliar. Todo en un ambiente de vulnerabilidad, tal como lo identifican representantes de la Iglesia con hogares que deben levantarse desde las deficiencias de los servicios públicos y sobrevivir a esa dualidad de la pandemia que despertó lo positivo y negativo en la sociedad.
Se tiene como base la necesidad por mejor calidad de vida y que es coartada por las fallas en servicios como agua, electricidad y aseo urbano. Un clamor vigente desde las bases de una convivencia afectada por la violencia, donde la mujer lleva la mayor carga dispensada entre las preocupaciones por sostener la estabilidad del hogar y en casos donde termina siendo víctima al recaerle ese cúmulo de reproches o el maltrato directo, bien sea psicológico o físico.
«La pandemia sacó lo mejor o lo peor de cada quien», señaló el padre Omar Gutiérrez de Cáritas, al referirse a ese apoyo y demás manifestaciones de solidaridad ante el más desposeído, como esa demostración de compartir las cargas y hacer el camino más llevadero. Mientras del otro extremo se tuvo la mayor exposición al consumo de drogas, ingesta de bebidas alcohólicas y hasta prostitución.
Habla de una realidad que plasma esa fortaleza en valores para evitar caer en lo repetitivo de la maldad y en un inminente colapso, donde los niños y las mujeres han sido los más perjudicados.
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