Casi 800 muertos en Goma en los combates contra el M23, según el Gobierno de la RDC
El portavoz del Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC), Patrick Muyaya, elevó a 770 el número de personas muertas, hasta el 30 de enero, en la ciudad de Goma y sus alrededores, en el noreste del país, por los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
“La recopilación de datos continúa para tener una idea exacta de la magnitud de las tragedias causadas por la barbarie ruandesa en nuestro territorio”, dijo a última hora del sábado Muyaya en su cuenta de la red social X, donde además cifró en 2.880 el número de heridos.
Previamente, el portavoz de la Secretaría de la ONU, Stéphane Dujarric, informó de que se habían contabilizado más de 700 muertos en Goma, la capital de la provincia Kivu del Norte, en una evaluación realizada conjuntamente entre el Gobierno congoleño y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios.
El viernes, durante la rueda de prensa diaria de la organización, Dujarric alertó de que se esperaba que estas cifras aumentasen a medida que se dispusiera de más información.
«Cifras dramáticas»
«Estas cifras son dramáticas y es probable que aumenten en los próximos días. Es urgente garantizar el acceso humanitario para poder tratar a los heridos y asistir a las poblaciones desplazadas», dijo.
La ONU advirtió esta semana de que la toma de Goma por el M23, así como el recrudecimiento de su ofensiva en el este de la RDC, ha desencadenado una “gravísima crisis humanitaria” con más de 400.000 desplazados en las últimas tres semanas.
Violaciones de los derechos humanos
También denunció violaciones de los derechos humanos, como ejecuciones sumarias, el bombardeo de campamentos de desplazados, informes de violaciones en grupo y otras formas de violencia sexual.
“La crisis de derechos humanos en el este de la RDC sigue agravándose, a medida que las hostilidades entre las fuerzas armadas y el grupo armado M23, respaldado por Ruanda, se expanden hacia Kivu del Sur”, dijo el portavoz de derechos humanos de la ONU, Jeremy Laurence.
La ofensiva del M23
La ofensiva del M23 -grupo armado formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa al ruandés de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha sido confirmada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte y, desde entonces, avanzó por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).
Ruanda acusa a la RDC de intentar «atacar y derrocar» su Gobierno
Además, el Ministerio de Exteriores de Ruanda aseguró que el Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC), liderado por el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, “está decidido a atacar a Ruanda y derrocar su Gobierno”.
“El Gobierno de la RDC está decidido a atacar a Ruanda y derrocar su Gobierno, como ha declarado repetidamente y de manera pública el presidente Tshisekedi”, dijo el Ministerio en un comunicado difundido en su cuenta de la red social X.
Información de EFE