Conozca la odisea de inmigrantes latinos en busca de asilo en España
Sin una cita en Extranjería para conseguir documentos puedes quedar en situación irregular en España, pero acceder a ella muchas veces es una odisea, salvo que estés dispuesto a pagar un dinero que apenas les llega a muchos inmigrantes latinoamericanos.
El sistema telemático para conseguir esa cita aparece constantemente colapsado, lo que ha generado una red de venta en la que se llegan a pedir hasta quinientos euros, una cantidad alta en España y más para muchos inmigrantes.
“Se aprovechan de la necesidad y terminas cayendo en mafias”, comenta a EFE Alex, un colombiano que sufrió esta red de citas armada por españoles y por los mismos latinos que viven en España, este fraude para solicitantes de asilo.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha alertado de esta problemática, que la Policía española, de la que dependen los trámites, intenta solventar dando citas también por teléfono y correo electrónico.
Conozca la odisea de inmigrantes latinos
Por teléfono tampoco pudo conseguirlo Alex, pues nunca logró que le atendieran desde que hace nueve meses llegó a España huyendo de violencia y homofobia en su país.
Llegas totalmente perdido, con más ilusión que dinero, y descubres que conseguir una cita para regularizar tu situación es algo tedioso que demora mucho, por lo que por temor a quedar en la irregularidad acabas pagando, en su caso 150 euros, algo costoso para un migrante como él que subsiste con apoyo de Cruz Roja.
Es imposible, sentencia su compatriota Luis Alberto sobre la dificultad de conseguir cita, pues sin ella no atienden, no vale hacer cola ante una oficina de asilo a ver si hay suerte.
Las venden en locutorios y esos sitios, donde muchos inmigrantes latinos acuden para llamar por teléfono o enviar dinero a su país, y siguen subiendo los precios, relata a EFE.
Ni aunque estés de madrugada intentándolo por internet a ver si tienes suerte lo logras, con lo que terminas pagando, porque sin papeles todo se complica, comenta Luis Alberto, que también llegó hace nueve meses de Colombia.
Si no te puedes empadronar, no puedes acceder a cursos que te exigen luego para trabajar y sin ese trabajo no cotizas a la Seguridad Social, una espiral que te lleva a pagar por algo que debería ser gratis, hasta que organizaciones como CEAR te ayudan.
Una cita para un sueño
La Visa para un sueño que cantaba el dominicano Juan Luis Guerra es en este caso una cita para cumplir el sueño de una vida mejor en España.
Pero el no disponible con el que se encuentran cada vez que lo intentan por la web habilitada para ello provoca un mercado pseudolegal de compraventa de citas, pues es la única forma de obtenerla, explica la coordinadora del área jurídica de CEAR, Elena Muñoz.
Desaparecería ese mercado ilegal si hubiera más recursos materiales y humanos para responder a esta demanda, advierte.
Además se evitaría que al quedar sin documentos, estos inmigrantes se expongan a la expulsión de España y queden sin derechos, sin acceso a sanidad, educación, vivienda y servicios sociales, revela Muñoz.
No puedes escolarizar a tus hijos, ni abrir una cuenta en un banco, como refleja un informe de CEAR.
Un sistema esperando por solución
El sistema falla en casi todo el país, observa la coordinadora, pero recientemente la Policía además de la web ha abierto en algunas provincias citas por teléfono y por correo electrónico, como confirman a EFE desde el ministerio español del Interior.
En espera de ver cómo evolucionan estas alternativas, pues muchas veces el teléfono comunica o por el correo citan para dentro de hasta seis meses, Muñoz apunta a una solución.
El mismo sistema que ha permito acoger en España más de 170.000 refugiados de Ucrania, que son atendidos en comisarias de Policía con suficiente personal y en centros de recepción habilitados expresamente.
Ahora que llegan menos que cuando comenzó la invasión rusa, se puede derivar a este sistema a otros solicitantes de asilo, comenta.
Venezuela, Colombia y Perú fueron los países de origen de la mayor parte de solicitantes de protección internacional en España en 2022, según datos de Interior.
EFE