Conservada para la eternidad: La tumba de Tutankamón
Hace 100 años Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón. La momia del faraón descansa en el Valle de los Reyes. Pronto se podrán admirar preciosos tesoros funerarios en el nuevo Gran Museo Egipcio de Guiza.
Réplicas de oro
Ataúdes magníficos y cantidades enormes de oro fueron encontrados en la cámara funeraria de Tutankamón. Los ataúdes de la imagen parecen engañosamente reales, pero en realidad son réplicas. Más de 1.000 objetos han sido reproducidos para mostrar cómo eran las cámaras funerarias del faraón.
El original
Los hallazgos originales fueron trasladados continuamente durante el siglo XX. Entre otros países, fueron exhibidos en Estados Unidos, Japón, Rusia y la entonces Alemania Occidental. En la actualidad se usan réplicas, con el fin de conservar mejor los originales. Quien quiera ver el sarcófago real de Tutankamón, incluida la máscara mortuoria, deberá viajar a El Cairo y visitar el Museo Egipcio.
La tumba en el Valle de los Reyes
La momia de Tutankamón, sin embargo, sigue en el lugar donde fue depositada por sus súbditos y donde Carter la descubrió: en el Valle de los Reyes, cerca de la ciudad de Luxor. Durante los trabajos de reparación realizados en 2019 se instaló una nueva plataforma en la cámara funeraria, desde la cual los visitantes tienen una excelente vista del sarcófago y las pinturas murales.
Exhibido sin protección
Sin el sarcófago, apenas envuelto en lino, pudo verse en algunas ocasiones el cadáver momificado de Tutankamón. En la imagen aparece en una habitación subterránea y climatizada. El objetivo de las reparaciones era proteger mejor a la momia de las fluctuaciones de la humedad y el polvo que traerían los visitantes en el futuro.
Conservado para la eternidad
La momia de Tutankamón es la única de los antiguos faraones egipcios que aún se encuentra en el Valle de los Reyes. La designación científica para su tumba es KV62, en la que KV significa «King’s Valley (Valle de los Reyes). El 62 señala que la tumba fue la número 62 descubierta en el lugar.
Sociedad femenina
En las paredes de la cámara mortuoria hay magníficas pinturas que ilustran la vida y muerte de Tutankamón. Estas imágenes han hecho compañía al niño rey -tenía 18 o 19 años al morir- durante milenios en su morada funeraria. Las pinturas murales también fueron cuidadosamente limpiadas durante los trabajos de restauración, que se extendieron por tres años.
El dios animal al lado
Este dibujo también brilla con nuevo esplendor desde la restauración. El babuino, también conocido como papión sagrado, era un animal adorado en el antiguo Egipto. Se lo consideraba muy inteligente y servía como modelo a seguir para los jóvenes estudiantes. ¿Acaso debe seguir estudiando en el más allá el joven faraón?
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