El truco para detectar que alguien te está mintiendo
Para mentir bien se necesita una cierta dosis de inteligencia. Preparar buenas excusas exige inspiración y compromiso en la mentira que vas a colar. Algunas trolas necesitan hasta del autoengaño propio para que sean creíbles. Y, visto desde el lado contrario, es decir, desde el punto de vista de quien no se fía del todo, los trucos van de lo más mundano a lo más disparatado. Pero todo se reduce a una sola cosa: si quieres saber si alguien está mintiendo, pídele que haga otra cosa mientras te está hablando.
Así lo confirma un nuevo estudio publicado en el International Journal of Psychology & Behavior Analysis y realizado por psicólogos de la Universidad de Portsmouth en Reino Unido. Al pedir a una persona que haga otra tarea mientras te está hablando, soltará excusas menos creíbles y le será más difícil mentir debido a la carga de trabajo cognitivo que eso conlleva.
«Las mentiras suenan menos creíbles que las verdades, particularmente cuando les pedimos que hicieran otra cosa mientras respondían»
«En los últimos quince años hemos demostrado que las mentiras pueden detectarse engañando a los que precisamente cuentan más mentiras», asegura Aldert Vrij, autor principal del estudio, en declaraciones recogidas por IFL Science. «Así, demostramos que esto se puede hacer obligando a los mentirosos a dividir su atención entre formular una declaración supuestamente verdadera y realizar una tarea secundaria».
Que se desempeñe en una tarea
«Nuestra investigación ha descubierto que las verdades y las mentiras pueden sonar igualmente plausibles, siempre y cuando se dé a los mentirosos una buena oportunidad para pensar qué deben decir», prosigue el autor. «Cuando tienen menos margen de oportunidad para pensar, las mentiras suenan menos creíbles que las verdades en nuestro experimento, particularmente cuando les entrevistamos y pedimos que hicieran otra cosa mientras respondían».
«La introducción de tareas secundarias podría facilitar la detección de mentiras, pero se debe insistir en la importancia de esa tarea»
El equipo reunió a 164 personas para participar en un experimento en el que primero se les preguntó sobre si estaban de acuerdo o en desacuerdo sobre varios temas controvertidos de las noticias, como los pasaporte COVID, la inmigración, el Brexit y la opinión sobre Boris Johnson. Los investigadores tenían que adivinar quién estaba siendo sincero y quién mentía. Para que se involucraran más en el experimento se les dijo que podrían ganar un premio de dinero en efectivo si lograban convencer a los investigadores sobre su posición respecto al tema. De forma paralela, se les pidió a los participantes que recordaran un número de matrícula durante la entrevista, poniendo énfasis en que esto era realmente importante.
Al final, los resultados demostraron que las historias que contaban los que estaban mintiendo se percibían como menos plausibles y menos claras que las de aquellos que estaban diciendo la verdad, especialmente cuando los mentirosos se dedicaban a una tarea secundaria. «El patrón de los resultados sugiere que la introducción de tareas secundarias en una entrevista podría facilitar la detección de mentiras, pero tales deben decirse con cuidado», declara Vrij.
«Parece ser que realizar una tarea secundaria solo saldría bien si no se descuida o se piensa en otras cosas», concluye el experto. «Esto se puede lograr simplemente con decirles a los entrevistados que es importante que cumplan la tarea secundaria, como se demostró en el experimento, o introduciendo una actividad que no se puede descuidar», como sostener un objeto o memorizar los números de la matrícula de un automóvil.
Con información de El Confidencial.