En riesgo comunidades y ecosistemas por persistencia de verdín y derrames petroleros
Si alguien tiene duda del titular de esta nota, se le invita a un recorrido a pie desde el parque de diversiones Mickey Mouse hasta el final de la plaza El Buen Maestro, situada en la avenida El Milagro en la capital zuliana, si es que tiene estómago para aguantar aquello y hacer todo el recorrido, donde además, podrá obtener imágenes de esta realidad.
La proliferación del verdín en el Lago de Maracaibo y los derrames petroleros crónicos en las costas de Falcón amenazan la salud de los ecosistemas y de los pobladores de las zonas afectadas, pese a los ‘esfuerzos’ y a las notas de prensa que saca el Estado sobre jornadas de saneamiento.
El deterioro ambiental avanza en medio de la ineficacia para mitigar los riesgos. Los cuerpos de agua en peligro traspasan fronteras nacionales y, por ello, su preservación amerita acciones coordinadas de los gobiernos involucrados.
Mediante dos reportajes, Medianálisis abordó dos aspectos poco atendidos por las autoridades e, incluso, por las oenegés dedicadas a la defensa del medio ambiente: el primero, el flujo de aguas residuales por el río Catatumbo que desembocan en el Lago de Maracaibo y que suman fósforo y nitrógeno que alimentan el verdín, y el segundo, la posibilidad de que los derrames petroleros en Venezuela afecten a Aruba.
Desinformación e indiferencia
Mientras las autoridades venezolanas persisten en negar información, las colombianas y arubianas no asumen como prioritario el control del verdín y los derrames petroleros.
Los acuerdos binacionales e internacionales para la preservación de los cuerpos de aguas transfronterizas han quedado a merced de las tensiones diplomáticas entre los países que comparten mares y ríos. Sin embargo, la desidia no aminora la gravedad de la situación sino, por el contrario, la empeora.
Comunidades padecen

Las comunidades zulianas y falconianas cuyos modos de vida han sido trastocados son las principales dolientes. En Santa Rosa de Agua, por ejemplo, los habitantes sufren afecciones de la piel con cada temporada del verdín. Los pescadores de Falcón, por su parte, se ven obligados a desplazarse forzadamente por tierra y por mar en busca de aguas no contaminadas por los derrames.
Entre las personas más directamente perjudicadas cunde la sensación de abandono. En palabras de un pescador de Río Seco: “Anteriormente, cuando ocurrían los derrames, nosotros llamábamos a alcaldes y gobernadores, para que ellos participaran a Pdvsa. Eso era rápido, en cuestión de horas había presencia de técnicos en las zonas afectadas”.
Los académicos, por su parte, reclaman mayores recursos para investigar y ofrecer soluciones sustentables. Por si fuera poco, el aumento de las temperaturas de los cuerpos de agua derivado del cambio climático añade un factor de riesgo adicional que no figura en los reportes del Estado venezolano.
Información de NAM