Francia declara alerta naranja para 38 municipios ante ola de calor
El sur de Francia vive desde la semana pasada una ola de calor que va a extenderse en los próximos días al norte.
Francia puso en marcha un plan de acciones frente a la sequía que ya causó restricciones de agua en 72 de los 101 departamentos del país para mantener con las menores alteraciones posibles la actividad del sector agropecuario y de las centrales nucleares.
Al respecto, el servicio meteorológico nacional francés Metéo-France informó este sábado que se declaró un alerta «naranja» en 38 departamentos del país europeo debido al calor.
En los 38 departamentos del sur de Francia se ha prohibido el acceso a los bosques incluso a los excursionistas y a los deportistas para intentar evitar incendios. Además, hay otra veintena larga de departamentos en alerta amarilla.
Un día más, está previsto que se superen los 35 grados en buena parte del interior en la mitad sur de Francia, con picos que podrían rozar los 40 grados.
Se estima que el próximo lunes podría ser el día más caluroso jamás registrado en Francia. En el suroeste del país, la temperatura en algunos lugares alcanzará los 42 grados.
El martes, la ola de calor comenzará a remitir paulatinamente en el suroeste, y parte del noreste estará marcado por temperaturas muy altas. Posibles tormentas eléctricas el miércoles, según los meteorólogos, podrían poner fin a esta emergencia.
Según se informó, en las ciudades del sur del país, Nimes y Beziers registraron récords históricos de temperatura superiores a los 40 grados.
El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, acompañado por la secretaria de Estado de Ecología, Bérangère Couillard, realizó este sábado una visita al departamento de Charente, en el oeste, para reunirse con responsables de los sindicatos agrícolas o de entidades profesionales para escucharlos enviar algunos mensajes y manifestarles su apoyo.
«La verdad es que no conozco ningún territorio en el que la agricultura pueda mantenerse sin agua», subrayó Fesneau, que en declaraciones a la prensa insistió en que «la cuestión es la gestión razonable de los recursos».
El ministro recordó que los dispositivos de regadío y de extracción de agua para el sector son necesarios para la ganadería, para la horticultura, para los árboles frutales e incluso en ocasiones para la viña y para los cultivos de cereales.
NAM/ Telesur