Hemos entrado en una época llena de incertidumbres e inseguridad.
Los valores humanos, la libertad individual, la democracia de las naciones y la economía mundial se deterioran día a día en un universo controlado por una élite globalista.
A tal punto estamos, que el New York Times en mayo del 2023 publicó: “Un grupo de líderes de la industria advirtió… que la tecnología de inteligencia artificial (IA) que están desarrollando algún día podría ser una amenaza existencial para la humanidad y debería considerarse un riesgo social al mismo nivel que las pandemias y las guerras nucleares”
Para muchos, el futuro se vislumbra negro con matices bien oscuros y sin esperanzas.
Ante toda esta realidad ¿Cómo debemos encarar el futuro?
El Salmo treinta y uno, versículo catorce al dieciséis dice el rey David: más yo en ti confío, oh, Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. 15 En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. 16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia.
Cuando David expresa: ¡Tú eres mi Dios! Podemos notar cuan personal e íntima es su relación con el Señor.
Tan íntima que deposita su futuro en las manos del Señor.
Tan íntima que confía a Dios todos sus temores.
Tan íntima que entiende que solamente el favor de Dios puede hacerlo brillar.
La oración de David, pone en perspectiva la realidad en la que todo creyente debe descansar. En las manos del Señor están nuestros tiempos.
Nuestro presente y futuro están en las manos de nuestro buen Dios, están en las manos del que gobierna sobre todas las cosas.
¿Debo ir a Dios para que Él quite todos mis temores y ponga paz en mi corazón?
¿Debo ir a Dios para que me muestre cual es la salida ante esta crisis?
Señor, gracias porque mi presente y mi futuro están seguros en tus manos.
Palabras claves: Seguridad; Paz; Agenda 2030; Maranatha; Tiempos de Dios.
2 Corintios 5:7, Proverbios 3:5-6, Isaías 43:2, Salmos 62:7, Salmos 121:3
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX