Indígenas piden a Lasso retomar el diálogo
El movimiento indígena de Ecuador, que lidera desde hace 17 días las protestas contra el Gobierno por la carestía de la vida, volvió a instar al presidente Guillermo Lasso que retome el diálogo que rompió el martes por la muerte de un militar en un ataque a un convoy que transportaba combustibles.
Así lo manifestó la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), principal promotora de las movilizaciones, en una nueva marcha este miércoles por las calles del centro de Quito para reclamar una solución dialogada al conflicto.
Entre los dirigentes indígenas que encabezaron la manifestación estaba Manuel Cocha, quien aseguró que la movilización se mantendrá hasta que el Gobierno atienda sus peticiones, aunque reconoció que el punto más importante es la bajada de precios de los combustibles subsidiados.
Pese a que Lasso ya anunció una rebaja de diez centavos de dólar en el precio de los combustibles subsidiados, el movimiento indígena lo considera insuficiente.
No obstante, el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, ya dejó entrever el lunes en el inicio del diálogo con el Gobierno que podrían contentarse con una reducción de veinte centavos en lugar de los cuarenta que inicialmente demandaban.
El diálogo cristalizó finalmente el lunes después de dos semanas en las que el Gobierno estaba abierto a él pero la Conaie se negaba al reclamar que primero se le diese acceso a la Casa de la Cultura Ecuatoriana para establecer una «asamblea popular» y luego que se derogase el estado de excepción decretado por el Ejecutivo.
A cambio, el Gobierno había pedido que cesase la movilización y los actos violentos, por lo que la muerte del militar, que formaba parte del resguardo de un convoy de camiones de combustibles que fue atacado en la Amazonía, hizo que Lasso tomase la decisión de cortar el diálogo con Iza.
POSTURAS CERCANAS
Hasta ese momento hubo avances en las conversaciones que llevaron al Ejecutivo a comprometerse a derogar un decreto que promovía la actividad petrolera en la Amazonía y a no dar más concesiones mineras en áreas naturales protegidas y en zonas intangibles.
También se había acordado formar grupos de trabajo para abordar el resto de puntos del pliego de demandas, como condonar a familias campesinas deudas de hasta 10.000 dólares, controlar los precios de los productos esenciales y no privatizar empresas estatales.
«Tiene que reinstalar el diálogo. Caso contrario, nosotros no vamos retroceder. Si en los peores momentos no hemos alzado el paro, ahora menos», reiteró Cocha.
El dirigente indígena afirmó que las manifestaciones indígenas siempre han sido pacíficas, aunque reconoció que «hay compañeros indígenas ‘desviaditos’, perdidos, que buscan sacar provechos personales».
«Políticamente trabajan con Lasso. Vienen a hacer actos vandálicos para deslegitimar la movilización nacional de la Conaie. Otros grupos políticos como los correístas tratan de extorsionar nuestra movilización. Nosotros siempre hemos sido pacíficos», agregó.
Por su lado, William Sacatoro, otro dirigente indígena de la provincia de Cotopaxi, afirmó que lo único que quieran es paz, porque son «un pueblo harto y cansado de que sigan los engaños y las mentiras».
«SIN MOTIVO JUSTIFICABLE»
En un comunicado, un grupo de fundadores y exdirigentes de la Conaie consideraron que la muerte del militar ocurrida en la madrugada del martes no es un motivo justificable para que el presidente rompa el diálogo.
Recordaron que el militar fallecido era «de origen indígena» y que el hecho «no está esclarecido», pues los indígenas sostienen que fueron provocados por las Fuerzas Armadas al intentar pasar por un punto donde la vía estaba bloqueada.
Para los exdirigentes y fundadores de la Conaie, la ruptura de las conversaciones por parte de Lasso «evidencia que no hubo real intención de diálogo por parte del Gobierno», al que exigieron que «pare la violencia» de los policías antidisturbios.
Las protestas comenzaron el lunes 13 de junio y dejan hasta el momento seis fallecidos, el último de ellos el militar, y unos 400 heridos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
EFE