Inflación en Venezuela podría aumentar 100 % por suspensión de licencia a Chevron, según economista José Guerra

La decisión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de revocar la Licencia General 41, que cesa las operaciones de Chevron en Venezuela el 3 de abril, marca un punto de inflexión en las relaciones entre Donald Trump y Nicolás Maduro, pero analistas advierten que esto podría ocasionar una aceleración de la inflación que impacte la vida de los venezolanos.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) decidió dar marcha atrás con la concesión otorgada en 2022 bajo la administración de Joe Biden, y forma parte de la estrategia del presidente Trump para endurecer las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.

El nuevo marco regulatorio impide que Chevron continúe con sus actividades productivas en Venezuela y prohíbe cualquier pago al gobierno venezolano, así como la venta de crudo fuera de Estados Unidos.

La empresa estadounidense había contribuido a la reactivación de la producción petrolera venezolana en los últimos dos años, y supone un duro golpe a la frágil economía del país caribeño.

Chevron mantenía una producción conjunta con Pdvsa de más de 200 mil barriles diarios. En febrero, el país superó por primera vez el millón de barriles diarios desde 2019, un hito que ahora se ve comprometido ante la falta de inversión extranjera y el posible retroceso en la producción.

Economía en peligro del colapso

Según el economista José Guerra, la economía venezolana ya estaba entrando en una fase de recesión en el inicio de 2025, donde se prevé un incremento del 100 % en la inflación, que se verá agravada por el retiro de la compañía petrolera del país.

No existe el escenario en que las sanciones no afecte al pueblo venezolano. Afecta al Gobierno, y mucho, pero también lo hará al pueblo”, aseguró.

Por su parte, el analista político Hever Castro alertó que “lo primero que sufrirá es la tasa de cambio y la inflación”, debido a la incapacidad del gobierno de Maduro de captar nuevas divisas para mantener a flote el mercado cambiario y la banca nacional. “En lo que cierren el grifo de divisas caerá nuevamente el ingreso per capita y por ende más hambre y miseria“, señaló.

También recordó que para refinar el petróleo se necesitan productos que Pdvsa compra en el exterior, y ante la falta de capital, podría reaparecer la escasez de combustible en el país. 

Se impone la “máxima presión”

El politólogo Eugenio Martínez aclaró que la decisión de la Ofac “no es extensible al resto de empresas que operan en Venezuela”, que usan  confort letters que protegen sus operaciones ante sobre cumplimiento de sanciones.

Aún no queda claro el futuro de las operaciones de Repsol, ENI o Maurel & Prom, operaciones de gas, etc”, indicó.

Además, Martínez señala que la medida es “sumamente restrictiva”, que reduce el periodo para abandonar el país de seis meses a solo 30 días, lo cual, según su visión, es una victoria de la postura de presión más severa dentro del gobierno de Trump.

“Esto confirma que se impuso la visión del Secretario de Estado Marco Rubio y el sector político del Sur de la Florida en relación con la estrategia de máxima presión”, analizó.

Walter Molina, politólogo, señaló el fracaso del “lobby la propaganda chavista”, que buscaba evitar las sanciones petroleras contra Venezuela. “El próximo paso es atacar directamente los negocios ilegales con los que el régimen chavista obtiene dinero en negro”, afirmó.

Según Trump, la falta de cumplimiento por parte del gobierno de Maduro de los acuerdos electorales y la repatriación de migrantes venezolanos con antecedentes criminales justifican la rescisión del acuerdo.

Con la nueva restricción, la petrolera deberá ahora gestionar su salida ordenada de Venezuela, dejando un vacío en la industria y una mayor incertidumbre sobre el futuro del sector energético del país.

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