Inflación en Venezuela supera 245% en últimos 18 meses con ingreso más bajo de la región
En Venezuela el salario mínimo dejó de ser un sustento y se convirtió en una cifra simbólica. Mientras la canasta alimentaria supera los 539 dólares, el ingreso oficial apenas roza el dólar. La brecha entre el costo de la vida y lo que gana un trabajador revela una crisis económica profunda.
¿Quién come con un dólar de queso? ¿Y los otros días qué comemos?”. La voz de Esperanza Brito, una trabajadora de la avenida La Limpia en Maracaibo, pone rostro a lo cotidiano que viven millones de venezolanos.
Con un salario mínimo de apenas 130 bolívares mensuales (alrededor de 1,08 dólares), su día a día es una constante lucha por sobrevivir.
Madre de dos hijas que también trabajan, Esperanza reconoce que, sin sus ingresos adicionales, no podrían costear lo más básico del hogar como alimentos, medicinas y educación pública.
Mis pastillas de la tensión me las compran mis hijas. Antes compraba un bulto de arroz cada quincena. Ahora apenas alcanzo para unos 10 días y luego veo cómo resuelvo”, comentó resignada.
En su casa han tenido que sobrevivir algunos días con lo poco que haya en la nevera. “Nos ha tocado momentos duros como comer yuca con suero, lentejas, arepa de maíz. Eventualmente lentejas guisadas y se las echábamos a la pasta como si fuera carne molida”.
Abismo entre ingreso y necesidades
En junio de 2025, alimentar a una familia promedio en Maracaibo costaba 58.003 bolívares, unos 539 dólares, según datos de la Cámara de Comercio de Maracaibo, una cifra que retrata el abismo entre el ingreso real de los venezolanos y sus necesidades básicas.
Tan solo un mes antes la misma canasta costaba 52.425 bolívares, lo que refleja una inflación mensual del 10,64% y una acumulación anual que ya roza el 130%, empujando a las familias a una carrera constante contra precios que suben mucho más rápido que los ingresos, en una economía que lleva 18 meses con aumentos sostenidos del 245 %.
A nivel nacional, el director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas)– FVM, Óscar Meza, reveló que durante los primeros cuatro meses de 2025 los precios de los alimentos aumentaron tanto en bolívares como en dólares, desmintiendo la percepción de que la divisa estabiliza el mercado.
Según el mismo Cendas, en mayo de 2025 la canasta alimentaria nacional alcanzó los 545 dólares, lo que requeriría más de 180 salarios mínimos para ser adquirida.
Frente a este escenario, el sueldo de un venezolano permanece congelado en Bs. 130 lo que equivale a 1,08 dólares mensuales, una cifra que apenas alcanza para comprar una bolsa negra de basura.
¿Cómo ha evolucionado la relación entre el salario mínimo y el costo de la canasta básica en Venezuela en los últimos años?
Para el economista Manuel Sutherland, el problema tiene raíces profundas.
El salario mínimo en Venezuela solía estar vinculado al costo de la canasta alimentaria crítica, lo que marcaba la línea que separaba a una familia de la pobreza extrema. Hoy, ni tres salarios mínimos más bonos alcanzan para salir de esa condición”, aseveró.
Aldo Contreras, también economista, no duda en calificar la situación como crítica: “La canasta básica familiar ha superado los 500 dólares, mientras que el salario mínimo es de 1,08 dólares”.
La distorsión es tan grande que ni siquiera los bonos estatales ni el cesta ticket, que ronda los 40 dólares, logran cerrar dicha brecha. De acuerdo con cálculos de Contreras, el salario promedio en el sector privado es de 237 dólares mensuales, lo cual aún no cubre la canasta básica.
Ante esto, quienes tienen la responsabilidad de dirigir hogares deben trabajar para cubrir la canasta alimentaria. Y no queda dinero para el ahorro ni para el ocio o la recreación.
¿Qué papel juega la inflación en esta brecha entre ingreso y consumo?
Sutherland señala que el colapso económico no es reciente. Comenzó a gestarse a principios de los 2000, pero se profundizó desde 2013 con la caída de la productividad, el deterioro de Pdvsa y la migración masiva de profesionales.
El salario ya no representa nada. La inflación ha destruido completamente el poder adquisitivo del venezolano”, explicó el economista.
Añadió que la misma castiga el bolsillo de los trabajadores, el ingreso total es demasiado bajo, y la economía es muy cara.
Por su parte, Contreras apuntó a la falta de voluntad política como un factor determinante.
Si no hay sinceración del salario mínimo por parte del Ejecutivo Nacional, el país seguirá en esta dinámica de distorsión. Venezuela tiene hoy el salario más bajo de América Latina, incluso por debajo de Cuba”.
El impacto estructural de la inflación
El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) advirtió que la inflación en mayo alcanzó el 26%, un repunte significativo frente al 18,4% de abril. Según su análisis, esta aceleración está vinculada directamente al alza del precio del dólar, que en ese mismo mes aumentó un 25%.
El OVF también indicó que la inflación acumulada en los primeros cinco meses de 2025 fue de 105,5%, mientras que la inflación anualizada saltó de 172% a 229%, una señal clara del deterioro económico.
¿Cómo afecta la económica al acceso a servicios básicos como educación, salud o transporte? Los economistas coinciden en que la pobreza va más allá del plato de comida.
Sutherland recuerda que educación, salud, transporte y vivienda son también componentes de la canasta básica.
Muchas familias han tenido que sacar a sus hijos de colegios privados. No hay posibilidad de pagar un condominio, ni una medicina”, afirmó.
Datos recientes de la ONU revelaron que el 53% de los venezolanos viven en pobreza multidimensional, lo que refleja una desigualdad en el país.
¿Qué medidas económicas serían necesarias para reducir la brecha entre salario y canasta básica?
Para cambiar esta realidad, Sutherland es claro: “No hay soluciones mágicas”.
Se requiere una reconstrucción profunda del país: política, económica y social. Eso incluye acuerdos entre actores políticos, eliminación de sanciones, y garantías democráticas”.
Ambos expertos coinciden en que el salario mínimo debería cubrir al menos el costo de la canasta alimentaria, es decir, alrededor de 500 dólares mensuales, si se quiere comenzar a sacar al venezolano de la pobreza.
Información de Versión Final