La envidia
La carta de Santiago en el capítulo tres, versículo dieciséis dice: donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad.
La envidia, sale de un corazón contaminado y sin Dios.
La envidia divide, pues solo ella puede brillar en el escenario de la vida.
La envidia no se esfuerza por ganar, se esfuerza por hacer daño.
La envidia no tiene amigos, solo competidores en la vida.
La envidia es traicionera, pues en el momento indicado ataca a aquel que le ayudó cuando más lo necesitaba.
La envidia es calculadora, pues pretende ganar todas las batallas de la vida a cualquier precio.
La envidia acomoda todo por su bien, no importa si otros salen dañados.
La envidia es celosa, ya que anhela el éxito ajeno y se esmera por alcanzar lo que otros tienen.
El sabio Salomón, en el proverbio catorce, versículo treinta dice: el corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.
La envidia, no deja disfrutar lo que ya se tiene, pues sus ojos están en aquel lugar que no le corresponde.
La envidia, odia al favorecido y miente para ganar pequeños favores.
El apóstol Pablo en la primera carta a los corintios en el capítulo trece, del versículo cuatro al siete nos enseña: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
¿Debo pedirle perdón a Dios por dejar que la envidia sea una realidad en mi vida?
¿Debo ir a Jesús para que me regale una nueva vida?
Señor, quiero sentir amor por todo el que triunfa, quiero ser un instrumento para impulsar a otros a la victoria.
Palabras claves: Amor, Restauración, Arrepentimiento, Bendecir, Perdón.
Proverbios 23:17; Hechos 17:5; 1 Pedro 2:1-2; Génesis 4:5; Gálatas 5:19-21
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX