La historia de Ananías y Safira me recuerda el dicho de mi abuela que decía: primero se coge un mentiroso que a un cojo.
Había cierto hombre llamado Ananías quien, junto con su esposa, Safira, vendió una propiedad; y llevó solo una parte del dinero a los apóstoles, pero afirmó que era la suma total de la venta. Con el consentimiento de su esposa, se quedó con el resto. Hechos 5: 1 NTV
Esta pareja quiso introducir en la primera iglesia un estilo de vida basado en la mentira y la simulación.
Dios no lo permitió y ambos cayeron literalmente muertos después de haber sido confrontados por Pedro.
Esta noticia en los no cristianos trajo temor y me imagino que por mucho tiempo el pueblo recordó la historia de la pareja que había querido engañar a los cristianos.
Hoy en día no vemos a personas muriendo en un culto debido a la doble vida que llevan. Que no suceda no quiere decir que no esté ocurriendo.
Hoy vivimos la vida cristiana con mucha liviandad y falta de honestidad.
Básicamente jugamos a ser cristianos el domingo y el resto de la semana vivimos una vida totalmente contraria a la enseñanza de la Palabra de Dios.
La razón que muchas veces argumentamos:
“La realidad que vivimos en el mundo es totalmente diferente a la Fe cristiana”
“Sí vivo como la Biblia enseña, entonces será imposible vivir y sostener a mi familia”
Estos y otros argumentos lo usamos para defender un estilo de vida contrario a la enseñanza de la Palabra de Dios. ¿Desde cuándo la realidad que nos impone el diablo es superior a la realidad de Dios?
¿Necesito pedir perdón a Dios por estar viviendo un falso cristianismo?
¿Necesito confrontar a algún hermano en la iglesia que está viviendo una doble vida?
Señor, prometo vivir cada día de una manera genuina y transparente.
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX