La intensidad de los disturbios baja pero Francia se prepara para otra noche de altercados
Los disturbios que vive Francia desde la muerte el martes de un joven a manos de la Policía han proseguido con violentos saqueos y hasta 1.311 nuevas detenciones aunque su intensidad, según las autoridades, ha bajado parcialmente.
La crisis, sin embargo, no ha acabado y el país se prepara para una quinta noche de altercados el mismo día en que Nahel M., la víctima del abuso policial, fue enterrado en privado.
El Gobierno movilizará esta noche a 45.000 policías, el mismo número que ayer, aunque enviará unidades antidisturbios de refuerzo a tres ciudades que sufrieron un empeoramiento de la violencia: Marsella, Lyon y Grenoble.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció el dispositivo en unas declaraciones en las que advirtió de la “firmeza” del Estado contra los alborotadores y recalcó la advertencia a los padres para que controlen a sus hijos menores de edad.
“Hemos detenido a incendiarios de 12 o 13 años. Cuando se tiene 12 o 13 años, hay un trabajo incontestable de los padres”, recalcó, antes de advertir de que la policía y la fiscalía responsabilizarán a los padres por los daños que causen sus hijos menores de edad, “porque los hijos no estaban en su casa a esas horas de la madrugada
“No hay nación sin orden”, advirtió hoy el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, tras haber mantenido una reunión en París con comerciantes y hosteleros, a la vista de los destrozos y pérdidas económicas de los últimos días.
Los daños aún no se pueden cuantificar, reconoció Le Maire, pero el Gobierno tiene constancia de una decena de centros comerciales afectados en todo el país, 200 supermercados, 250 estancos, 250 sucursales bancarias y numerosas tiendas de distinto tipo, como moda y artículos de deporte, así como restaurantes de comida rápida.
Sobre el conjunto del territorio, el Ministerio de Interior estimó que los disturbios de la pasada noche tuvieron “una menor intensidad” que la anterior.
El balance de detenidos, sin embargo, fue récord: 1.311 en toda Francia. Sí se redujeron prácticamente a la mitad otros indicadores, como el número de vehículos incendiados (1.350) y el de edificios damnificados (unos 234 edificios), y el número de agentes heridos bajó de casi 300 a 79.
A falta de conocer los detalles del dispositivo de seguridad para esta noche, ciudades como Marsella y Lyon, que ayer sufrieron virulentos saqueos y desperfectos urbanos, habían pedido al Gobierno que enviara refuerzos, lo que confirmó Darmanin más tarde.
En esas ciudades del sureste se vivió una noche más tensa que en la región de París, lo que se sumaba a los desperfectos de los días precedentes, como el ataque en Marsella a la gran biblioteca municipal del Alcázar, que fue incendiada.
MACRON CANCELA SU VIAJE A ALEMANIA
A la vista de la gravedad de la situación, el presidente francés, Emmanuel Macron, decidió hoy posponer la visita de Estado a Alemania que tenía programada entre este domingo y el próximo martes, a pesar de tratarse de un viaje de gran importancia estratégica por las disensiones que viven en los últimos tiempos París y Berlín.
La decisión la comunicó el Elíseo después de que Macron mantuviera una conversación con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
“Habida cuenta de la situación interna, el presidente de la República (Macron) ha indicado que deseaba poder quedarse en francia estos próximos días. Los dos presidentes han convenido, por tanto, posponer la visita a Alemania para una fecha posterior”, señalaron las fuentes del Elíseo.
Este sábado Macron no ha hecho declaraciones públicas, pero tenía en su agenda una reunión con alcaldes de todo el país.
Sí lo había hecho ayer, tras encabezar una reunión de la Célula Interministerial de Crisis (CIC) del Gobierno, para resaltar dos mensajes: la responsabilidad de los padres a la hora de controlar a sus hijos, ya que un tercio de los arrestados son menores, y la responsabilidad de las redes sociales en estos altercados.
“Que nadie piense que detrás de esas redes sociales hay impunidad”, avisó hoy el ministro de Justicia Éric Dupond-Moretti, en el mismo sentido.
El detonante de esta oleada de altercados fue la muerte el pasado martes de un joven de 17 años y ascendencia magrebí llamado Nahel, que recibió un disparo mortal por parte de un policía cuando trataba de huir de un control policial en Nanterre, en la periferia de París.
Las imágenes del incidente, grabadas por testigos, desataron una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en disturbios sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.
El entierro del joven se celebró esta mañana en privado, ya que la familia precisó que quería una jornada de “discreción” y “recogimiento” y pidió que no acudieran periodistas.
Pese a ello sí que se acercaron hasta el lugar de los funerales, en Nanterre, varias decenas de personas para mostrar su apoyo a la familia.
EFE