La operatividad del sector industrial venezolano se redujo un 8,7 % en el primer trimestre, según Conindustria

La operatividad del sector industrial de Venezuela se redujo 8,7 puntos, hasta un 31,2 %, en los primeros tres meses del año, respecto al último trimestre de 2022, cuando las empresas manufactureras trabajaron al 39,9 % de su capacidad instalada, informó este jueves la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).

«La industria manufacturera tiene (un) 70 % de capacidad ociosa y capacidad disponible para trabajar (…) Nosotros podemos crecer muchísimo todavía», dijo el presidente de la organización, Luigi Pisella, durante la presentación de los resultados de una encuesta, en la que participaron 150 empresas.

Explicó que este «decrecimiento de la utilización de la capacidad instalada» se debe en parte a que, en «muchos de los casos», las empresas no arrancaron en enero por las vacaciones, a la vez que se retrasó «el comienzo de las operaciones» porque había «inventarios suficientes».

El volumen de producción, según Conindustria, se redujo un 1,5 % en el primer trimestre respecto a los últimos tres meses del año pasado.

En una rueda de prensa, Pisella señaló que el sector tiene «tres trimestres sin aumentar la remuneración», de un promedio de 173 dólares al mes en el caso de los obreros, que si bien es superior al salario mínimo del país (4,9 dólares al mes), no es suficiente para costear la canasta básica de alimentos, superior a los 500 dólares, según estimaciones independientes para una familia de cinco personas.

«Para que haya una verdadera recuperación del poder adquisitivo de la gente (…), tenemos que producir más (…) Acá estamos estancados a nivel de remuneración mientras no aumente la producción», expresó el representante del gremio.

El personal profesional y técnico recibe una media de 347 dólares al mes y un gerente un promedio de 840 dólares.

En este sentido, aseguró que la «baja» demanda nacional es el principal factor que afecta la actividad industrial, seguido de la falta de financiación, los «excesivos tributos fiscales y/o parafiscales», la competencia de productos importados y la «precariedad» de los servicios básicos.

Pisella recordó que, en 1997, había 12.471 industrias en el país, que representaban el 18 % de su producto interno bruto (PIB), mientras que, en 2022, ese universo de empresas se redujo a 2.072, el 5 % de la economía.

EFE