La OTAN emite alerta al detectar la movilización del submarino ruso K-329 Belgorod
Nueva alerta por parte de la OTAN. La Alianza Atlántica ha remitido una nota de inteligencia a sus países miembros en la que avisa de la movilización del submarino nuclear ruso K-329 Belgorod, portador del misil nuclear Poseidón, también conocido como el Arma del Apocalipsis. El Belgorod es mucho más grande que cualquier otra fuerza naval, incluidas todas las que posee la Marina de Estados Unidos, y puede sumergirse a una profundidad de 1.700 pies.
Este submarino es capaz de destruir ciudades costeras completas. Mide 184 metros de largo y desplaza 30.000 toneladas. Es el submarino más grande construido en los últimos 40 años.
Además, el Belgorod va armado con seis torpedos nucleares Poseidón, que también son los más grandes jamás construidos: con 25 metros de largo, tienen el doble del tamaño de un misil balístico habitual de un submarino y 30 veces más grande que un torpedo normal.
El nuevo submarino fue botado en julio y ahora se habría sumergido en aguas del Ártico tras su posible implicación en el sabotaje de los gasoductos Nord Stream, según distintas fuentes extraoficiales.
La OTAN teme que su misión sea ahora realizar una prueba del súpertorpedo Poseidón, un proyectil con capacidad para desplazarse hasta 10.000 kilómetros bajo el agua y luego hacer explosión cerca de la costa para causar un tsunami radiactivo.
El torpedo nuclear fue presentado en 2018 por Rusia como la vía para garantizar la supremacía militar rusa, aunque los expertos nucleares han argumentado que se puede lograr el mismo efecto con un misil intercontinental como los que están en funcionamiento desde la década de 1960.
Estados Unidos ha activado la red de satélites para hacer el seguimiento de torpedos que aprovecha el gran calor que desprenden los proyectiles cuando se activan. Pero no son capaces de detectarlos bajo el mar.
El ‘Belgorod’ tiene 184 metros de eslora y 15 de manga y puede viajar a unos 60 kilómetros por hora bajo el agua. Se estima que puede pasar hasta 120 días sin tener que regresar a la superficie. Aunque está tripulado por la Armada rusa, en un principio fue operado por la organización secreta de la Dirección Principal de Investigación del Mar, GUGI.
NAM – Europa Press