La violencia familiar es un problema mundial.
La violencia familiar se puede manifestar en violencia física, violencia emocional o psicológica.
El primer dato histórico de violencia familiar lo podemos encontrar en el capítulo cuatro del libro de Génesis, donde se narra la historia de Caín y Abel.
Antes de que ocurriera el asesinato, el Señor le dijo a Caín: «El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo» (NTV).
La arrogancia, la ira y la inconformidad de Caín hicieron que este matara a su hermano gemelo.
Caín tuvo la oportunidad de hacer lo correcto y no dejar que la ira gobernara su corazón.
Pero Caín, como muchos, eligió la violencia como el fin de demostrar quién es el más fuerte.
La violencia familiar genera crisis, enfermedades, depresión, discapacidad e incluso muerte. Los que la sufren, se ven afectados en su autoestima, pueden mostrar signos de depresión, aislamiento, bajo rendimiento escolar, incluso ideas suicidas.
Evitar la violencia nos ayudará a construir hogares fuertes en el amor y el perdón.
¿Estoy siendo víctima de violencia doméstica?
¿Debo pedirle perdón a Dios o a algún familiar por mi comportamiento agresivo?
Señor, quiero ser un hombre de paz en cualquier circunstancia o condición que me encuentre.
Palabras claves: Paz, Amor, Reconciliación, Perdón, Esperanza.
Salmos 34:14; Isaías 26:3; Isaías 53:5; Juan 14:27.
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX