Localizan cadáver de un docente reportado desaparecido en Táchira
En avanzado estado de descomposición y desnudo, fue localizado este miércoles, en la tarde, el cadáver de Miguel Ángel Guada, el docente de bachillerato reportado por su familia como desaparecido, el 9 de febrero, en Pan de Azúcar, municipio Capacho Nuevo, Independencia, vía a Rubio.
Por el hecho, el Cicpc detuvo en la vereda Villa del Carmen, en el mismo sector, a un hombre de interés en la investigación, presunto autor material del hecho. El hallazgo lo hicieron en una zona boscosa, detrás de una vivienda de la parte alta de Pan de Azúcar. El avanzado estado de deterioro del cuerpo no permitió, inicialmente, observarle heridas visibles. En la morgue del Hospital Central determinaron que la muerte fue por estrangulamiento.
Fue trasladado a la morgue del Cementerio Municipal de San Cristóbal, para la necropsia de ley. El hecho de que la víctima estuviera sin ropa llamó poderosamente la atención de los investigadores, y que nadie se hubiera topado con el cuerpo también, pese a que estuvo allí al menos una semana, pues posiblemente fue asesinada la misma tarde de su desaparición.
Ni la ropa que vestía la tarde que desapareció fue localizada en el sitio, razón por la que no descartaban el robo como móvil.
Guada era muy conocido y apreciado en la comunidad, lo definieron algunos como un hombre honesto, trabajador y humilde.
Tenía cierta discapacidad del lenguaje y motora, que no le impedían llevar una vida normal. Egresó de la UPEL como docente y actualmente trabajaba como profesor de Geografía e Historia en el liceo de El Pueblito, en la vía a Rubio.
Desapareció entre las 3:30 y 4 de la tarde del miércoles 9 de febrero, cuando salió de su casa y se acercó a la capilla de Pan de Azúcar, donde generalmente existe mayor cobertura o recepción telefónica, pues vía WhatsApp debía enviar unas tareas a sus alumnos.
Hubo personas que lo vieron ahí, incluso un amigo, al que Guada le dijo que regresaría a la casa porque su celular estaba a punto de descargarse.
Nadie lo vio más. Luego que se inició su búsqueda, pues pasadas las horas no volvía a su casa, alguien creyó haberlo visto por Zorca, al día siguiente, y que vestía una ropa distinta a la de este miércoles, por lo que ahora se cree que se trataba de otra persona.
Su familia no cesó en buscarlo, siguiendo cada pista que la gente le hizo llegar. Incluso, este mismo miércoles, un poco más temprano, creyendo que finalmente lo habían encontrado, por una fotografía que les enviaron, se trasladaron a las adyacencias del Centro Cívico de San Cristóbal, pero al llegar, no era él, era otra persona.
Continuaban buscándolo afanosamente, no perdían la fe, pero sabían que algo malo le había pasado a Miguel Ángel, pues no era hombre de ausentarse sin decirle a su familia dónde estaba, y tampoco gustaba de salir mucho.
Por eso, su extravío preocupó mucho a sus seres queridos; aun así, lo peor que llegaron a pensar fue que quizá, para despojarlo de su teléfono celular, pudieron haberlo drogado, y que estaría desorientado, deambulando, sin saber a dónde ir.
La llamada telefónica que recibieron este miércoles, informándoles del hallazgo del cuerpo, acabó con toda esperanza de verlo regresar a casa, sano y salvo; ahora su familia solo espera justicia.
Vía La Nación