Maduro denuncia que Venezuela “ha sido amenazada con un submarino nuclear” por EE. UU.

Nicolás Maduro denunció este miércoles que Venezuela está siendo “amenazada con un submarino nuclear” que, según su Gobierno, Estados Unidos habría enviado hacia aguas cercanas al país. Aseguró que este hecho constituye una “violación del Tratado de Tlatelolco de 1967”, el cual declaró a América Latina y el Caribe como “zonas libres de armas nucleares”.

“Venezuela ha sido amenazada con un submarino nuclear; se ha violado el Tratado de Tlatelolco, que prohíbe la movilización, utilización y fabricación de armas nucleares en todo el territorio de América Latina y el Caribe”, expresó Maduro desde el salón El Sol del Perú, en el Palacio de Miraflores, Caracas.

El mandatario afirmó que Venezuela está recibiendo una “impactante solidaridad mundial” frente a las “amenazas” de la administración de Donald Trump, y destacó que “nunca se había amenazado a ningún país” de la región “con un submarino nuclear”.

“No le bajamos la mirada a nadie, ni hoy ni nunca. No le bajamos la cara a nadie. No nos creemos más que nadie porque no somos supremacistas, pero no aceptamos el supremacismo de nadie”, sostuvo Maduro en declaraciones transmitidas por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

El jefe de Estado ofreció estas declaraciones tras recibir las cartas credenciales de los embajadores de la República de Belarús, el Reino de Camboya, la República de Costa de Marfil (Côte d’Ivoire), Hungría y la República de Azerbaiyán, que los acreditan como representantes diplomáticos en el país.

Venezuela alertó sobre el submarino ante la ONU

El martes 26 de agosto, la Misión Permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció que Washington planeaba enviar “un crucero lanzamisiles” y “un submarino nuclear de ataque rápido” a las costas del país la próxima semana.

La delegación calificó estas acciones como “una grave amenaza a la paz y seguridad regionales” y consideró la presencia del submarino nuclear un “claro acto de intimidación”. Además, recordó que el Tratado de Tlatelolco (1967), ratificado por EE. UU., declara a América Latina y el Caribe como Zonas Libres de Armas Nucleares.

“El ingreso de un submarino nuclear a la región, sin transparencia sobre su carga ni reglas de empleo, vulnera el objeto y propósito de dicho instrumento jurídicamente vinculante y erosiona la confianza colectiva en la vigencia del régimen de desnuclearización regional”, indicaron en el documento.

Frente a estas acciones, que van enmarcadas en la decisión del gobierno de Donald Trump de movilizar buques militares al mar Caribe para “desmantelar carteles de droga latinoamericanos”, el Ejecutivo venezolano pidió apoyo al secretario general de la ONU, António Guterres. 

La petición la hizo el canciller de la República, Yván Gil, quien sostuvo un encuentro privado con Gianluca Rampolla, coordinador residente de la ONU en el país. 

“Solicitamos el apoyo del secretario general de la ONU, António Guterres, para restablecer la sensatez. En este sentido, compartimos nuestras preocupaciones ante el despliegue de unidades militares e incluso armas nucleares de EE. UU. en el Caribe, atentando contra la paz”, expresó.

En contexto 

Recientemente, el Gobierno de Estados Unidos aseguró estar preparado para “usar todo su poder” con el fin de frenar el “flujo de drogas hacia su país”.

En paralelo, la administración de Donald Trump elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusado por Washington de presunta violación de las leyes estadounidenses sobre narcóticos.

El pasado 19 de agosto, el Gobierno venezolano rechazó esas acusaciones, calificándolas como una muestra de la “falta de credibilidad” de Estados Unidos y del “fracaso de sus políticas en la región”.

“Venezuela observa con total claridad la desesperación de la administración estadounidense, que recurre a amenazas y difamaciones contra nuestro país. Que Washington acuse a Venezuela de narcotráfico revela su falta de credibilidad y el fracaso de sus políticas en la región”, afirmó la Cancillería.

El Ejecutivo reiteró que desde la expulsión de la Administración de Control de Drogas (DEA) en 2005 ha logrado “resultados contundentes en la lucha contra el crimen organizado”, destacando capturas, desmantelamiento de redes y control de fronteras y costas “fruto del esfuerzo de las instituciones y del pueblo venezolano”.

A juicio del Gobierno, estas amenazas “no solo afectan a Venezuela, sino que ponen en riesgo la paz y estabilidad de toda la región, incluyendo la Zona de Paz declarada por la Celac”.

Finalmente, Caracas aseguró que seguirá “venciendo cualquier intento de intervención” y afirmó que el país “es un faro de dignidad, resistencia y seguridad para América Latina y el mundo”.

Información de El Cooperante