Maracaibo tiene por primera vez una oficial mujer como subdirectora de su policía
Graduada en la quinta promoción de oficiales en el año 1996 a la comisionada Nelly Cubillán, subdirectora de Polimaracaibo, la dedicación, entrega, firmeza y la manera de atender a la comunidad de los primeros funcionarios que salieron a las calles de Maracaibo, en el año 1992; fue lo que la motivó entrar a la institución policial que hoy también considera como su familia.
Antes de sentir “el gusanillo” de ser mujer policía, Cubillán se dedicaba a los oficios del hogar atendiendo a su esposo y a su primera hija “como una familia normal”, describe.
Tenía 28 años cuando ingresó a las filas de Polimaracaibo, la edad tope para las mujeres. Nunca imaginó todo lo que lograría. Jefa de Patrullaje, en sus diferentes turnos, jefa de la Secretaría de Igualdad y Equidad de Género, jefa de la Central de Comunicaciones y Jefa de los Servicios, son los cargos que llegó ocupar antes de la Subdirección.
Para Nelly Cubillán la profesión de policía no es limitante para una mujer. “En Polimaracaibo no hay diferencias entre hombres y mujeres, es para todo aquel que quiera incursionar. Tenemos las mismas oportunidades, podemos ejercer el mismo trabajo, todos y todas”, concluyó.
La Comisionada es también esposa, madre y abuela de dos nietos; y con orgullo destaca el apoyo que recibe de su familia y de sus compañeros. Su segunda hija nació estando dentro del cuerpo. “Es la sobrina de todos”, afirma.
“Mi familia siempre me ha apoyado y me ha manifestado su felicidad. El orgullo que sienten es grande, sobre todo en este momento de haber asumido la Subdirección por la trayectoria, la credibilidad que me he ganado dentro de la institución, por mi comportamiento, por el día a día que llevo. Están claros de que ahora mi responsabilidad y el trabajo es más fuerte y que voy a lograr el objetivo de seguir sacando a esta institución adelante. A todos les emocionó mucho cuando el alcalde Rafael Ramírez Colina dijo, durante el acto de transmisión de mando, el por qué me merecía el cargo”, expresa.
Haber estado por más de dos décadas al servicio de la ciudad y ahora formar parte de las mujeres en gestión pública, le ha traído alegrías y tristezas. “Cuando un compañero cae es fatal. Lo hemos vivido con varios compañeros porque somos una familia y nos marca. Mi compañera y curso Yeisy Peña; Maury Mijares, Rafael Medina, entre otros que fueron excelentes compañeros”, recordó con nostalgia.
Las anécdotas también forman parte de sus días en medio de su carrera policial. Con su compañera Maritza De Armas le tocó aprender a manejar una patrulla. “Éramos como Starsky y Hutch: hacíamos serrucho en 5 de Julio. Subíamos y bajábamos la calle. Un día nos tocó cubrir un procedimiento, la orden era otra, igual fuimos veloz” contó entre risas.
Nota de Prensa