Más de 1.200 personas huyen de una isla portuguesa ante continuos sismos

Cerca de 1.200 personas han salido de la isla lusa de São Jorge, en Azores, debido a los continuos terremotos que sufre el aruipiélago, que ha registrado más de 10.000 en seis días.

Otras 800 personas se han trasladado al otro extremo de la isla para alejarse del epicentro de los seísmos.

El municipio de Velas registra desde el pasado 19 de marzo continuos temblores de baja intensidad que han llevado a declarar el nivel V4 de alerta volcánica (el V5 se declara cuando se desata la erupción volcánica), aunque las autoridades reconocen que no saben si se llegará a producir una erupción volcánica o un terremoto de mayor magnitud.

«A nuestro modo de ver, todavía no hay motivo para hacer la evacuación del municipio en su todo» y están pendientes de la evolución, alegó el alcalde de Velas, Luís Silveira, en declaraciones a los periodistas anoche.

Sin embargo, aseguró que ven «con buenos ojos» que los locales salga del municipio de Velas (donde viven cerca de 5.500 personas, para facilitar la evacuación si fuera necesario, o incluso salgan de la isla, que se puede hacer por vía aérea o marítima.

Aseguró que continúan los servicios en el municipio pero reconoció que son «momentos de angustia, las personas tienen medio» y, aunque piden que mantengan «la serenidad», «la verdad es que ya se vuelve un poco difícil».

Para este fin de semana, han pedido a la población que se aleje de las fajanas de la isla, ya que está prevista una climatología adversa.

El Gobierno de Azores ha reforzado por mar y aire los conexiones de Sao Jorge con la isla de Pico, a 15 kilómetros, y Protección Civil desaconseja los desplazamientos no esenciales para São Jorge para evitar obstáculos adicionales en un eventual socorro a la población.

La isla de San Jorge, con 54 kilómetros de largo y 6,9 kilómetros de ancho, forma parte del Grupo Central del archipiélago luso de Azores ubicado en aguas del Atlántico, a más de 1.600 kilómetros de la costa del Portugal continental.

EFE