Más de 4,5 millones de migrantes y refugiados venezolanos, regularizados en Latinoamérica

Más de 4,5 millones de refugiados y migrantes venezolanos que residen en América Latina y el Caribe regularizaron su situación migratoria desde 2019, entre los cuales 1,3 millones lo hicieron solo en 2024, gracias a una nueva estrategia que ayuda a su integración, anunció este viernes la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).

“Esto (la reguralización de los 4,5 millones de migrantes venezolanos) es gracias a los esfuerzos de los gobiernos que han establecido los procesos de regulación en cada marco jurídico. Hay que reconocer a las instituciones internacionales que nos han ayudado”, dijo a EFE el coordinador interagencial de R4V, Johan González.

Esto se ha dado gracias a las “medidas proactivas” tomadas por los gobiernos de acogida y al apoyo financiero de la comunidad internacional, según destacó en un comunicado R4V, que este viernes presenta en Panamá su plan de respuesta 2025-2026 para atender las necesidades de los venezolanos, en medio de la crisis provocada por las elecciones venezolanas en julio pasado, en las que el ente electoral otorgó el triunfo al presidente Nicolás Maduro ante las denuncias de “fraude” de la oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).

El plan, elaborado para atender estas necesidades apremiantes y prevenir movimientos sucesivos innecesarios, requiere de 1.400 millones de dólares en su primer año, anunciaron.

Este financiación apoyará a más de 2,3 millones de personas refugiadas y migrantes vulnerables y a sus comunidades de acogida en 17 países de América Latina y el Caribe.

Para hacer realidad el plan se considera “esencial” el compromiso de la comunidad internacional para dar “solidaridad y apoyo financiero sólidos y continuos” a los países de acogida y a los socios de la Plataforma R4V.

El Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMPR) está bajo la coordinación de R4V y también lo lideran la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

“Al garantizar este financiamiento, se ofrecerá asistencia vital y se implementarán iniciativas a largo plazo que fomenten procesos exitosos de estabilización e integración socioeconómica, mientras se aborda la discriminación y se mejora el acceso a documentación, atención médica y empleo digno”, señala esa organización.

De acuerdo con el Análisis Regional de Necesidades de Refugiados y Migrantes (RMNA) 2024 de R4V, se estima que entre los 6,7 millones de venezolanos que viven en Latinoamérica y el Caribe, “el 82 % tiene empleos informales, más de un tercio se encuentra en situación irregular y el 53 % se enfrenta a obstáculos para acceder a atención médica”.

Según estos datos, muchos reciben salarios injustos, lo que hace que “el 42 % no pueda dar alimentos suficientes a sus familias y el 23 % vive en condiciones de hacinamiento”, necesidades que “son aún mayores” entre refugiados y migrantes de otras nacionalidades en tránsito por la región, con hasta el 90 % que carecen de servicios esenciales como alimentos, protección y alojamiento.

“Hay que ver que factores externos han perjudicado la integración e informalidad. La situación económica de América Latina y el Caribe está bastante baja en crecimiento comparación con otras regiones del mundo. Esto no solo afecta a los ingresos de los migrantes sino las comunidades de acogida, también sus medios de vida”, explicó González.

R4V reconoce que a pesar del “progreso significativo” en la integración, estabilización y asistencia humanitaria a los refugiados y migrantes venezolanos, persisten desafíos como la inestabilidad económica y política, la inseguridad y la desigualdad social, que “dificultan que las personas migrantes y refugiadas mantengan a sus familias en los países de acogida”.

Por ello, R4V considera que los esfuerzos de regularización de la condición de refugiado en América Latina y el Caribe deben ser complementadas con “iniciativas sólidas de estabilización e integración socioeconómica, que incluyan educación, atención médica, validación de competencias profesionales y acceso al mercado laboral formal, oportunidades de subsistencia y servicios bancarios”.

Eduardo Stein, representante especial conjunto del ACNUR y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela, opina que “la integración de las personas refugiadas y migrantes es crucial para construir sociedades inclusivas y resilientes”.

“Cuando las personas migrantes y refugiadas son capacitadas para contribuir plenamente a sus comunidades, enriquecen el tejido social y a la vez impulsan el crecimiento económico y la innovación”, afirmó Stein.

Al garantizar el acceso a servicios esenciales, como mercados laborales y redes sociales, “creamos una situación en la que todos ganan: refugiados, migrantes y comunidades de acogida”, sostuvo el alto funcionario de la ONU.

EFE