¿Por qué los productores del Táchira no quieren la leche colombiana?
Los anaqueles de los supermercados del Táchira se han llenado de marcas de leche líquida colombiana, mientras que la producida en Venezuela ha perdido terreno y demanda, situación que afecta a los productores de lácteos de la región.
La preocupación se extendió a la Asociación de Ganaderos, porque las marcas de leche colombianas, a pesar del costo de importación, ofrecen un precio final al consumidor más económico que las venezolanas, hasta en un 50% por debajo.
El director del Instituto Venezolano de la Leche y la Carne (Invelecar), Rodrigo Agudo, indicó a La Opinión, el caro precio de la leche nacional se debe a la elevada inflación del país, altos costos de la materia prima y la gran cantidad de impuestos; sumado a los sobornos o “matraqueos” que existen en todos los niveles de las instituciones públicas, bajo la figura de “ayuditas”.
“Tristemente, el Acuerdo del Alcance Parcial con Colombia se renegoció en función de los intereses políticos, más no económicos… Estamos siendo invadidos por productos colombianos y eso genera y agudiza la crisis”, agregó Agudo.
Destacó que el aparato productor del país se encuentra en terapia intensiva, pese a que se tiene la capacidad de producir el 70% de los alimentos que la población requiere y con potencialidad para generar exportaciones y divisas.
“La informalidad es otro problema de desequilibrio que tenemos. Hay que rescatar nuestra industria que procesaba hace 7 años el 80% de la leche”, detalló Agudo, quien añadió que actualmente solo se procesa el 15% de la leche y que el 85% restante se hace bajo un sistema informal.
¿Amenaza u oportunidad?
Para el presidente de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana (Cavecol), Luis Alberto Russián, el sector lácteo de su país ve al producto colombiano como una amenaza, y lo puede ser, pero desde el gremio, que viene apostado al fortalecimiento de las relaciones binacionales, ven esta situación como una oportunidad.
“Todas esas distorsiones se generan en la medida en la que la integración binacional, que se alcanzó, se revirtió y por eso los criterios bajo los cuales se otorgan los certificados, licencias y permisos y las condiciones en la que se opera de un país a otro son distintas… Todo esas desviaciones y el nivel alto de inflación llevan a un flujo asimétrico”.
Sostuvo que los empresarios de ambos países deben hacer una tarea enorme para encontrarse, identificar las brechas, trabajar en ellas y construir en concenso una agenda común, para homologar las condiciones de operación de los territorios y corregir lo que esté mal.
Por su parte, Rodrigo Agudo señaló que los gremios deben exigir la negociación de un acuerdo bilateral que permita un período de transición, para recuperar las condiciones de productividad, para posteriormente competir. Reconoció que Colombia maneja un buen control sanitario, incluso mejor que el venezolano.
El representante de Invelecar esbozó que los productores no pueden hacer un plan sanitario sin asistencia técnica, sin vacunas, sin diésel o energía eléctrica para mantener la finca. Pero a pesar de los 8 años de crisis profunda, los ganaderos se han mantenido produciendo y han garantizado un producto proteico a los venezolanos.
Con información de La Opinión