Rescatan a niño tras vivir abandonado junto a 6 perros, no podía hablar y solo ladraba

Un niño de ocho años en Tailandia fue encontrado viviendo solo con seis perros tras haber sido abandonado por su familia durante años. Sin nadie más a su alrededor, el niño aprendió a ladrar como los perros. No tenía acceso a la escuela, vida social ni cuidados básicos.

La situación salió a la luz cuando un director de escuela y un activista por los derechos del niño expresaron su preocupación por el estado del niño. Según un informe del South China Morning Post (SCMP), el niño llevaba dos años sin asistir a la escuela. Sin embargo, su madre seguía recibiendo un subsidio educativo del gobierno de unos 400 baths (aproximadamente 1.050 rupias) destinado a financiar su escolarización. Al parecer, los fondos nunca se utilizaron para matricularlo en clases.

Según los vecinos, la madre del niño, de 46 años, solía salir a mendigar comida y dinero en pueblos y templos cercanos. Dejaba al niño solo en casa, una pequeña casa de madera en la provincia de Uttaradit, al norte de Tailandia. Sus únicos compañeros durante ese tiempo eran los seis perros que tenía la familia.

Las autoridades visitaron la casa después de que el director de la escuela contactara a la activista y política Paveena Hongsakul. La casa, construida sobre pilotes, se encontraba en muy mal estado.

Dentro de la casa, la policía encontró al niño con su madre y su hermano de 23 años. Ambos adultos dieron positivo por consumo de drogas. El niño había quedado solo y sin nadie que lo cuidara.

«No hablaba, solo ladraba. Fue una lástima verlo», dijo Paveena, quien también preside la Fundación Paveena Hongsakul para Niños y Mujeres. Ella dirigió la operación de rescate junto con la policía local.

Las autoridades afirmaron que el niño nunca había asistido al jardín de infancia. Había asistido a la escuela en primer grado, pero nunca lo enviaron de vuelta.

Su madre no le ha permitido ir a la escuela desde que recibió un subsidio para educación gratuita. Tras recibir el dinero, simplemente lo mantuvo en casa», dijo Paveena.

Los vecinos también evitaban que sus hijos jugaran con el niño. Dijeron que les molestaba el comportamiento de la familia. Sin contacto humano, el niño se acercó a los perros y empezó a imitarlos. Ladrar se convirtió en su forma de comunicarse.

 

Información de Cactus24