“Roma”

Después de muchas dificultades y situaciones, Pablo termina llegando a Roma la anhelada meta de Dios para él.
A veces pensamos que el camino que debemos andar en la vida cristiana es sencillo y carece de problemas.
Si observamos bien, entenderemos que nada se aleja más de la realidad.
Pablo ha tenido que sufrir un sinnúmero de situaciones como: cárcel, acusaciones falsas, amenazas de muerte, peligro de morir en el mar, hasta la mordida de una víbora.
Todo para llegar después de más de dos años a Roma, la capital del imperio.
A su llegada, le están esperando hermanos en la fe, que no sólo le dan la bienvenida, también lo introducen en la ciudad y lo ayudan a establecerse. Hechos 28:11-31
La vida cristiana está llena de pruebas y obstáculos que tratan de impedirnos avanzar hacia el propósito de Dios. Es inútil pensar que va a ser diferente. Y más bien deberíamos ir a Dios para someternos cada día a su voluntad y de esta manera alcanzar la meta que nos ha sido puesta por el Señor.
El llamado de Pablo era claramente anunciar el Evangelio a todos, especialmente a los gentiles.
El llamado que Dios nos ha hecho no es muy diferente al de Pablo.
El Señor nos ha mandado a hacer discípulos a todas las naciones.
Solo falta que seamos obedientes.

¿Estamos conscientes del precio que debemos pagar, por ser fieles al Señor en la vida cristiana?

¿Estamos dispuestos a llevar el Evangelio a cualquier lugar donde Dios nos esté llamando?

Señor ayúdanos a vencer junto contigo todos obstáculos y barreras que se quieran interponer entre tu voluntad y nosotros.

Palabras claves: Persecución, Misión, Discípulo, Llamado de Dios

Hechos 5:41; Romanos 8:36; 2 Corintios 1:7; Filipenses 3:10; Santiago 5:10 

Janoi Lopez Quintana

Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX