Se profundiza el enigma de Stonehenge
A mediados de agosto, un sorprendente descubrimiento hizo concluir a los científicos británicos que la pesada piedra del altar de Stonehenge, el famoso monumento megalítico del sur de Inglaterra, procedía de Escocia y no de la mucho más cercana Gales, como se creía anteriormente. Gracias a ese hallazgo se atrevieron incluso a acotar la región concreta de Escocia desde la que la piedra se llevó hasta el sur de Gran Bretaña. Ahora, sin embargo, un nuevo estudio ha desmentido esta teoría.
En agosto, los investigadores utilizaron equipos de última generación para examinar la composición del bloque de piedra —de seis toneladas de peso— y descubrieron una gran similitud entre esta y la antigua arenisca roja de la cuenca de las islas Orcadas, en el noreste de Escocia.
No obstante, resultados de análisis químicos y mineralógicos más recientes, publicados en la revista Journal of Archaeological Science, mostraron que la piedra del altar de Stonehenge y las rocas de las islas Orcadas tenían una composición sorprendentemente diferente.
Esto llevó a la conclusión de que el archipiélago no podía haber sido la fuente del megalito. De todas formas, los científicos no ponen en duda el origen escocés del altar y esperan que en el futuro puedan determinar finalmente de dónde exactamente salió esta piedra única.
“El misterio de la procedencia de la piedra es cada vez más claro a medida que empezamos a descartar zonas específicas del noreste de Escocia”, explicó el profesor Richard Bevins, de la Universidad de Aberystwyth, autor principal del nuevo estudio.
“Esta investigación está cambiando radicalmente nuestras ideas sobre los orígenes de la piedra del altar. Es emocionante saber que nuestros análisis químicos y nuestro trabajo de datación están desvelando poco a poco este gran misterio”, agregó.
Información de RT