Temporada de lluvias podría disparar casos de chikungunya en Venezuela
Más de 4 millones de personas en Venezuela podrían estar expuestas a la propagación del chikungunya, debido al incremento de lluvias que favorecen la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor de esta y otras enfermedades como el dengue y el zika.
Así lo advirtió el doctor Huníades Urbina, pediatra intensivista y secretario de la Academia Nacional de Medicina, en entrevista para Unión Radio.
Según el especialista, el chikungunya llegó para quedarse, al igual que el dengue y el covid-19, y su comportamiento epidémico puede intensificarse cuando coinciden ciertas condiciones climáticas y sociales, como ocurre actualmente en países del sureste de África.
Lluvias, recipientes destapados y zancudos: un cóctel perfecto
Las recientes lluvias en estados como Apure, Barinas y Mérida han obligado a muchas familias a almacenar agua sin las condiciones adecuadas, facilitando así la proliferación de mosquitos. Recipientes sin tapa, cauchos abandonados, floreros y cualquier envase con agua limpia estancada se convierten en sitios ideales para el desarrollo de larvas del Aedes aegypti.
El especialista aclaró que la transmisión del virus no ocurre entre personas, sino exclusivamente a través de la picadura del mosquito infectado. “Un zancudo se alimenta de una persona enferma, adquiere el virus y luego lo transmite a otra. Por eso la prevención comienza por eliminar los criaderos y evitar las picaduras”, afirmó.
Además, señaló que el cambio climático ha modificado el patrón de distribución del mosquito, con reportes de casos incluso en países como Chile, donde antes no se detectaba esta enfermedad.
Síntomas a tener en cuenta y quiénes corren mayor riesgo
El chikungunya se manifiesta principalmente con fiebre alta, dolores articulares fuertes, cansancio y malestar general. Aunque suele ser una enfermedad autolimitada, puede causar complicaciones en personas con condiciones de salud previas como diabetes, VIH o leucemia, así como en pacientes inmunocomprometidos y mujeres embarazadas. En estos casos, puede haber consecuencias graves, incluso para el desarrollo del bebé durante la gestación.
Urbina insistió en que no existe una vacuna aprobada contra el chikungunya, pero que hay medidas efectivas de prevención que deben reforzarse especialmente durante la temporada lluviosa.
Prevención: la clave para cortar la cadena de transmisión
Entre las recomendaciones más importantes figuran:
- Tapar los envases donde se guarda agua.
- Cambiar frecuentemente el agua de los floreros y materos.
- Usar mosquiteros en ventanas y camas.
- Vestir ropa que cubra brazos y piernas, sobre todo en zonas de alta presencia de zancudos.
- Aplicar repelente, incluso en niños, utilizando productos aptos para su edad.
También aclaró que las fumigaciones masivas por sí solas no bastan si no se eliminan los criaderos y no hay una campaña sostenida de educación comunitaria.
Una alerta que va más allá del chikungunya
Urbina advirtió que el país no solo enfrenta la amenaza del chikungunya. También circulan activamente el dengue, el zika, la influenza y el covid-19, todas enfermedades virales con síntomas similares. En el caso de la influenza, señaló una complicación detectada recientemente en niños: la rabdomiólisis, que puede provocar daño muscular severo y afectar la función renal.
Pidió a la población no automedicarse, consultar al médico si los síntomas se prolongan más de 48 a 72 horas y, sobre todo, vacunarse contra la influenza y el covid-19. Aseguró que, según cifras de la OPS y Unicef, la cobertura de inmunización en Venezuela sigue siendo baja.
“El chikungunya no es una simple gripe. No se trata de generar alarma, pero sí de llamar a la conciencia. La prevención empieza en casa, y más ahora que la lluvia crea un ambiente propicio para que el virus se propague con facilidad”, concluyó.
Información de El Carabobeño