Tuberculosis, una de las «superbacterias» más peligrosas
Durante años fue una de las enfermedades más terribles y mortíferas para la humanidad; poco a poco, su presencia pudo ser reducida. Ahora, en cambio, los casos de tuberculosis vuelven a crecer.
¿Qué es la tuberculosis y qué la causa?
La tuberculosis, señala la Clínica Mayo estadounidense, es una infección bacteriana de carácter principalmente respiratorio y, por tanto, se contagia a través de fenómenos como la tos o los estornudos.
Antaño común, el desarrollo de los antibióticos y las medidas higiénicas frente a los microorganismos lograron reducir su prevalencia hasta convertirla en una enfermedad rara. Sin embargo, la pandemia de VIH (enfermedad que compromete el sistema inmune de los pacientes) provocó que los casos comenzasen a volver a aumentar a partir del año 1985. En la actualidad, además, muchas cepas son resistentes a los antibióticos más empleados, con lo que se vuelve una enfermedad cada vez más difícil de tratar y más virulenta.
¿Cuáles son sus síntomas?
La tuberculosis puede permanecer inactiva en el organismo de las personas infectadas durante muchos años, sin provocar síntomas. En este estado, no resulta contagiosa; sin embargo, debe tratarse ya que puede pasar en cualquier momento a fase activa.
Cuando lo hace, la tuberculosis causa una tos persistente (tres semanas o más), a menudo acompañada de la expulsión de sangre y/o moco y dolor pectoral. La infección también puede provocar pérdidas involuntarias de peso, fatiga, fiebre, sudoración nocturna, escalofríos y pérdida de apetito.
En casos más raros, la tuberculosis puede afectar a otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral o el cerebro. Cuando esto sucede, los síntomas varían en función del sistema en cuestión.
¿Cómo se trata?
La tuberculosis se trata con largos cursos de antibióticos, de hasta seis a nueve meses. Paralelamente, si la infección está activa, puede ser necesario proporcionar soporte al enfermo.
Hay que tener en cuenta que los fármacos empleados en el tratamiento de la tuberculosis en ocasiones pueden tener efectos secundarios importantes, como hepatotoxicidad (toxicidad para el hígado). Por otra parte, en tiempos recientes muchas cepas han adquirido resistencia a los antibióticos, lo que las hace mucho más difíciles de tratar.
Por 20minutos