Un nuevo grupo de migrantes enviado por Texas llega a la residencia de Kamala Harris
Un nuevo grupo con una treintena de migrantes, enviados por Texas, llegó este jueves a la residencia en Washington de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, antes del levantamiento esta medianoche de una norma migratoria por la que el país ha llevado a cabo expulsiones en caliente en la frontera.
Se trata del segundo autobús con migrantes que ha llegado en menos de 24 horas junto al Observatorio Naval, como se conoce la residencia oficial de la vicepresidenta estadounidense.
Según medios locales, hombres, menores y mujeres -la mayoría de Venezuela- fueron recibidos por voluntarios de la organización SAMU First, que les ha proporcionado alojamiento temporal y orientación sobre los próximos pasos a seguir.
Desde la Casa Blanca, el secretario de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Alejandro Mayorkas, criticó este jueves la medida del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, de mandar migrantes a otros estados.
Nuevo grupo de migrantes
«Es triste y trágico cuando un funcionario gubernamental usa a los migrantes como peones para sus objetivos políticos», lamentó Mayorkas al ser preguntado por los migrantes que llegaron hoy a la residencia oficial de Harris.
Abbott aseguró el miércoles que ha enviado a más de 17.000 migrantes a Washington, Chicago, Nueva York y Filadelfia, todas ellas ciudades gobernadas por los demócratas, como parte de su campaña de presión migratoria que arrancó el año pasado.
Los alcaldes de Nueva York y Chicago han denunciado recientemente los renovados esfuerzos de Abbott por enviar migrantes a estas ciudades y han asegurado que sus servicios de atención están saturados y que necesitan ayuda de las autoridades federales.
El levantamiento esta noche del Título 42, una norma impuesta durante la Administración del expresidente Donald Trump (2017-2021), que permitía la expulsión en caliente de los migrantes por motivos sanitarios, ha desatado la confusión y los rumores, propagados muchas veces por los propios políticos republicanos, que afirman que su fin significa prácticamente una apertura de las fronteras a la inmigración irregular.
Desde el Gobierno federal no ha parado de repetirse que la frontera sur no está abierta y que se han adoptado medidas para frenar la migración irregular.