Venezuela critica la detención del expresidente Luis Arce y advierte sobre el uso político de la justicia en Bolivia
El Gobierno venezolano, a través de su Cancillería, manifestó este sábado su alarma y desaprobación ante la detención del expresidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, decretada el 10 de diciembre en La Paz por un juez anticorrupción, quien ordenó cinco meses de prisión preventiva en el penal de San Pedro.
El arresto se produjo en el contexto de una investigación por un presunto desfalco millonario en el Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas Originarios y Comunidades Campesinas (Fondioc). Arce ha negado los cargos, atribuyendo el proceso a una persecución política.
El canciller venezolano Yván Gil hizo público un comunicado en el que el gobierno de Nicolás Maduro manifestó su «profunda preocupación» por el caso. El documento critica abiertamente lo que denomina el “uso selectivo del aparato judicial como herramienta de confrontación política” y cataloga esta práctica como un esquema de lawfare (guerra judicial) recurrente en América Latina.
Caracas sostiene que este tipo de acciones “daña gravemente la credibilidad de las instituciones bolivianas, distorsiona la democracia y profundiza la polarización social”, a la vez que extiende su “acompañamiento, solidaridad activa y a tiempo con el hermano pueblo boliviano”.
Esta postura fue secundada por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América– Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), que también emitió un pronunciamiento el 13 de diciembre.
La ALBA-TCP denunció el presunto uso del sistema de justicia boliviano con «fines políticos o de poder», señalando que esta instrumentalización desvía la función genuina de impartir justicia y representa una vulneración del Estado de derecho y la convivencia democrática.

Información de Alnavio

