VOA verificó que el salario mínimo de Venezuela está entre los cinco más bajos del mundo
Recientemente, el representante de Juan Guaidó en Colombia, Eduardo Battistini, presentó una carta abierta al nuevo embajador colombiano en Venezuela, Armando Benedetti, en la que le hace notar la inestabilidad económica del país al que llega. En el texto, de hecho, subrayó que los trabajadores ganan el salario mínimo (15 dólares) más bajo de la región y el cuarto más bajo del mundo”.
La carta, fechada el pasado 29 de agosto, resumía entre otras cosas cómo “se violan los derechos fundamentales” en Venezuela. También el “ecocidio con la extracción ilegal de oro” y la crisis migratoria, y le pidió que se reuniera con sectores sociales que “claman por el derecho a poder elegir en libertad y democracia”.
El apartado del salario mínimo impulsó a la Voz de América a indagar con exactitud si ello era cierto y pudo constatar que efectivamente sí está entre los más bajos, aunque más bien ocupa “el quinto lugar entre los más bajos”.
Salario depauperado
Entrevistado por el medio, Battistini señalaba que a finales de agosto, cando emitió su documento, un reporte de la página Dolar Today, centrada en el sector cambiario, reflejaba la cotización del dólar paralelo en 8,59 bolívares.
El salario mínimo en Venezuela había aumentado por última vez el 15 de marzo de este año, cuando la Gaceta Oficial publicó el decreto del presidente Nicolás Maduro que lo fijaba en 130 bolívares. Por tanto, el salario mínimo equivalía el lunes 29 de agosto a 15,13 dólares, en línea con la carta de Battistini a Benedetti.
Ese salario mínimo y el poder adquisitivo en general en Venezuela se han visto afectados por la inflación y la devaluación del bolívar frente al dólar, que se usa cada vez más para transacciones y remuneraciones. El salario mínimo después del aumento en mayo de 2021 equivalía a menos de dos dólares.
Para marzo de 2022, la subida que el Gobierno de Maduro decretó entonces llegó casi a 40, repartidos en los 130 bolívares más otros 45 de bono de alimentación. La hiperinflación, que terminó este año, había cerrado en 2021 en 686,4%, y tenía detrás la eliminación de 14 ceros en la conversión del bolívar a “bolívar fuerte” en 2007, “soberano” en 2018 y “digital” en el mismo 2021.
El salario mínimo en Venezuela, además, está lejos de poder pagar la canasta alimentaria. Según informa el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la canasta llegó en julio de este año a un récord de 392 dólares, un 29% más respecto a julio de 2021.
“Este aumento se puede atribuir a la crisis global de alimentos ocasionado por la guerra en Ucrania, a los cuellos de botella en las cadenas globales de comercio debido a la emergencia sanitaria de la COVID-19 y al aumento del gasto público nacional”, apuntaba la ONG.
En mayo, el Observatorio estimaba que la remuneración promedio del sector privado en el área metropolitana de Caracas apenas podría comprar el 30% de la canasta alimentaria, y la del sector público un 8%.
La perspectiva global
Battistini también señaló a la VOA que se había basado en un reporte de la web datosmacro.com para poner en perspectiva regional y mundial los 15 dólares de salario mínimo de Venezuela del 29 de agosto.
A la luz de las cifras que la página recopila de fuentes especializadas y estadísticas nacionales, el salario mínimo venezolano en efecto es el más bajo de Latinoamérica, similar a los 16 dólares en Cuba, y por debajo de los 20 de Perú, 21,1 de Bolivia y 145 de Nicaragua. El dato lo confirma la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la ONU, que también muestra que el poder adquisitivo del salario mínimo en Venezuela es el más bajo entre 21 países de la región.
Puntualiza la VOA que, en cuanto a ser el “cuarto salario mínimo más bajo del mundo”, como apuntó Battistini, enmarcar los 15 dólares de Venezuela en la lista de datosmacro.com ubicaría al país en el quinto lugar más bajo entre 148 países, frente a más de 190 que existen, si bien no en todos hay salario mínimo.
“Venezuela solo supera a la exrepública soviética de Georgia, a Burundi, Uganda y Zambia, en África. Pero sigue a Bangladés, en el subcontinente indio, Siria, Perú y Uzbekistán”, concluye la versión en español del medio estadounidense.
Con información de VOA.