No nos debe sorprender si en alguna oportunidad tenemos desavenencias con algún hermano en la iglesia. No querer que suceda, no significa que no vaya a pasar.
Pablo y Bernabé en el inicio del segundo viaje misionero tuvieron una diferencia de criterios. Bernabé quería llevar a Juan Marcos en el viaje misionero y Pablo pensaba que no era una buena idea. Hechos 15: 36 – 40
Pablo tenía sus razones: Juan Marcos se había apartado de ellos en Panfilia mientras estaban haciendo la obra misionera.
¿Quién querría viajar con un joven que renuncia a la misión y no termina lo que empieza?
Hubo tal desacuerdo entre ambos que se separaron el uno del otro, tomando caminos diferentes para continuar predicando el Evangelio.
Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre y Pablo, escogiendo a Silas, salió rumbo a Siria y Cilicia para visitar las nuevas iglesias.
¿Quién tenía la razón?
¿Pablo, el hombre intransigente y celoso de la obra de Dios o Bernabé, el hombre que Dios usa para dar segundas oportunidades y que su propio nombre significa Consolación?
Aunque la respuesta a esta pregunta pudiera ser polémica, el tiempo le dio la razón a Bernabé.
Pablo desde la cárcel en Roma le escribe a los filipenses: “toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio”.
¿Estamos dispuestos a dar segundas oportunidades a los demás cuando fallan?
¿Qué actitud tomamos cuando tenemos problemas con los hermanos junto a los cuales trabajamos en el ministerio de Dios?
Señor ayúdanos a tomar decisiones sabias y guiadas por ti cuando nos encontremos en una crisis personal.
Palabras claves: Segundas oportunidades, Arrepentimiento, Reconciliación.
Efesios 4:32; Colosenses 3:13; Mateo 18:15; Hebreos 12:14; 2 Corintios 5:18
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX