Unos siete millones de venezolanos trabajan por cuenta propia
El director de la Asociación de Trabajadores Emprendedores y Micro-Empresas (ATRAEM), Alfredo Padillla, señala que en medio de la hiperinflación y las sanciones económicas, unos siete millones de venezolanos se decantaron por trabajar por cuenta propia, es decir, no dependen de un patrono que los emplee ni les garantice pasivos laborales.
Entrevistado por el periodista Manuel Felipe Sierra para el portal web En El Tapete, Padilla señaló que ATRAEM, una organización especializada en el tema de los trabajadores no dependientes, ha podido identificar que en ese segmento laboral los emprendedores y microempresarios toman vuelo.
La principal fuente de empleo
“El trabajo por cuenta propia y emprendimientos no formales en economía privada popular (y media) son la principal fuente de empleo en el país”, aseguró el experto, quien añade que suman cerca de 7 millones de personas. Ello los coloca muy por encima de las tasas de empleo que cubren los sectores público y privado.
Padilla también explicó que abarcan cerca de 300 mil microempresas; decenas de miles de concesionarios de mercados y sus “empleados”, decenas de miles en mercados a “cielo abierto”, comercio y servicios «puertas adentro» en conjuntos residenciales y en el barrio, arrendamientos de anexos y locales comerciales, y autónomos.
Asimismo, indicó que engrosan áreas como la construcción, servicios de peluquería y estética, transporte, docentes y profesionales por cuenta propia, asistentes en salud, entretenimiento, recreación, gastronomía, artesanos, vendedores en espacios públicos y ferias (buhoneros), entre otros.
¿Cómo los apalanca la ley?
Dijo Padilla que aunque cuentan ya con disposiciones legales constitucionales, de la Ley del Trabajo y recomendaciones de la OIT que reconocen sus derechos de asociación y a la seguridad social de esos trabajadores, incluso hay diversas formas de financiamiento del Estado –gobernaciones y alcaldías, principalmente- hay temas pendientes.
Menciona, por ejemplo, “derechos muchas veces vulnerados o nada cumplidos, como el de acceso a la seguridad social”.
Pero destaca que, más recientemente, se han aprobado leyes y ordenanzas orientadas a incentivar la formalización de esas iniciativas, como la Ley de Fomento a Nuevos Emprendimientos, entre otras, la facilitación de trámites para registrarse y eventualmente, convertirse en corriente tributaria, objetivo que se dificulta con los altos costos de registro de empresas.
“Sin duda, queda mejorar servicios como la capacidad de crédito de la banca privada y existencia de fondos de créditos municipales, e incentivar con la formación de oficios y en la capacitación para gestionar los emprendimientos, lo que haría posible la expansión de este sector para convertirse en semillero de empresarialidad y de empleos desde el ámbito regional y municipal, de acuerdo con las potencialidades económicas de cada localidad”, puntualizó Padilla.
Con información de En El Tapete.