Adoptar es un actor de amor
El libro de Ester, capítulo 2 versículo 7, nos cuenta una hermosa historia de adopción: «Mardoqueo tenía una prima joven muy hermosa y atractiva que se llamaba Hadasa, a la cual también le decían Ester. Cuando el padre y la madre de ella murieron, Mardoqueo la adoptó, la integró a su familia y la crio como su propia hija» (NTV).
La orfandad se produce a causa de la pobreza extrema, las enfermedades, los abusos o la muerte de los padres, causando que los niños terminen siendo abandonados.
Entre los rasgos que pueden presentar los adolescentes huérfanos están la mentira, la incoherencia, la depresión, la manipulación y el cinismo.
Adoptar es un acto de amor hacia el niño o joven que ha quedado huérfano y sin hogar.
Un dato importante que debemos considerar es que más del 60% de niños huérfanos que se encuentran en el sistema de cuidado temporal en los Estados Unidos, pasan de dos a cinco años en el sistema antes de ser adoptados. Casi el 20% pasa cinco años o más en hogares de guarda antes de ser adoptados. Algunos nunca son adoptados.
Un aspecto que siempre debemos considerar durante un proceso de adopción, bien sea por problemas de esterilidad o por la pérdida de un hijo, es que esté verdaderamente motivado por amor hacia la criatura que se quiere adoptar.
Nunca debemos olvidar la enseñanza de la Palabra de Dios acerca de la adopción. El Señor en su infinita misericordia y por su gracia nos ha adoptado haciéndonos miembros de su familia. La adopción es un privilegio que se nos da en el momento en que nos convertimos en creyentes (Efesios1:4-5).
¿Qué postura estamos asumiendo ante esta necesidad en nuestra sociedad?
¿Es la iglesia o el gobierno quien debe hacerse cargo de los niños huérfanos?
Padre, quiero ayudar a los niños que se han quedado sin hogar, muéstrame como lo puedo hacer.
Palabras claves: Adopción, Amor, Segundas oportunidades, Compasión.
Romanos 8:15; Salmo 27:10; Mateo 18:5; Salmo 82:3; Salmo 146:9.
Janoi Lopez Quintana
Pastor de la Iglesia Cristiana Cypress Houston TX