Al borde del colapso se encuentra la Morgue del Hospital de los Andes

La situación en la morgue del principal centro de salud de ciudad Mérida, el Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes, es caótica, ya que funciona a medias y en condiciones muy precarias.
Al no existir un sistema de refrigeración adecuado, los cadáveres se aglomeran en camillas, incluso se amontonan hasta cinco cadáveres por camilla. El personal es insuficiente para laborar y carecen del equipamiento mínimo necesario para la movilización, manejo y almacenamiento de cadáveres.
En el turno de la mañana es cuando asisten la mayor cantidad forense y personal técnico, quienes dentro de sus limitaciones, agilizan la entrega de cadáveres en el centro hospitalario.
En la actualidad, la autopsia solo se realiza en casos médicos legales por no contar con guantes, herramientas quirúrgicas, químicos y técnicos, por lo que muchas veces se desconocen las causas reales de la muerte de las personas.
Y aunque la situación es precaria, en la morgue continúan recibiendo cadáveres de otros centros asistenciales del estado Mérida, como aquellos que operan en los pueblos del norte y los pueblos del sur. A pesar de que fue una morgue modelo en su momento por su apropiado servicio, hoy la situación es caótica.
Ha habido intentos de mejorar las condiciones de esta área, con la instalación de 18 cavas de refrigeración, con tres compartimientos cada una, pero el mal cálculo de su remodelación no contó con el manejo adecuado del voltaje requerido, y aunque se instalaron las cavas, solamente una de ellas con tres compartimientos se logró poner en funcionamiento, mientras las otras 17 están fuera de uso, deteriorándose al paso de los días.
Lo cierto es que la morgue aún sigue en funcionamiento por la mística de los trabajadores que se mantienen allí resistiendo, a pesar de las condiciones laborales tan adversas que enfrentan todos los días.
La Patilla.